1982 -MADRID
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
No
soy idéntico ni siquiera a mí mismo, trazo sin sustancia soy Ello capaz de
engendrar lo que circula.
Desfiladero
material hacia la muerte, las palabras, después todavía, hablar, escribir,
amar. Este tiempo es el tiempo de la creación, y no porque iremos a poner
flores a ningún muerto, sino porque el hombre está en condiciones de afirmar
que hablar, escribir, amar, son en realidad el mismo acto, el mismo verbo, ya
que existe una simultaneidad, un tiempo diferente donde un acto
concebido como generado en esa triple articulación, es lo que se ha dado en
llamar desde antaño, sin entrar nunca en sus verdaderos mecanismos de
producción, acto poético, es decir, producir lo que sólo existirá después, y es aquí,
donde Poesía y Ciencia se confunden, podríamos decir, en un abrazo mortal
para ambas.
1.
La igualdad no existirá en ningún caso a menos que se trate de una convención.
2.
Todo integrante de la Asociación Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero tiene que
hablar.
3.
Escribir.
4.
Amar.
Todo
esto teniendo en cuenta;
A.-A
la palabra hablada sin la objetivación de la escritura, se la lleva el viento.
B.-La
escritura no puede alcanzar su objetivación como tal antes de la palabra hablada.
C.-El
amor antes de hablar y escribir es, si quiere el integrante, amor, pero con su
madre.
D.-Psicoanalizarse,
si bien será obligatorio todo el tiempo que el integrante sea integrante, no
será suficiente para ser psicoanalista.
E.-El
conocimiento no será lo que le falte al psicoanálisis individual de un
aspirante a psicoanalista, ni será considerado conocimiento el conocimiento
que se da fuera de los límites del amor.
F.-En
el tiempo en que simultáneamente acontezcan la palabra hablada, la palabra
escrita y el amor, habrá conocimiento.
G.-Hablar,
escribir y amar son en realidad el mismo acto.
H.-Cada
integrante se autoriza a sí mismo al pasaje correspondiente, concibiendo en
esa autorización, si es errónea, la sanción grupal, que por grupal será siempre
diferente.
Se sancionará a la situación tal cual está dada:
a ¹
a. Uno no es igual a sí mismo.
Si uno no puede cambiar, pretende ser igual a
sí mismo, habrá que sancionarle.
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