SALTO MORTAL Miguel Oscar Menassa - 1977

 

23 de marzo de 1977, Madrid

un mes y días sin escribirte.

Sólo la luna y sus cuatro máscaras aladas, 
me hablaron de tus profundas vacilaciones. 
Vi tu cuerpo en el paroxismo del temblor. 
El temblor máximo. temblor de los temblores. 
Agitación medular violenta entre mis dientes. 
Desmoronamiento final.

Un mes sin escribirte y sin escribirle a mis amigos.

Un mes real
hecho de carnes y promesas; 
flujos y orquestas de violines para los amantes 
en el descubrimiento del ser.
Tu silencio y mi desordenada respiración,
hicieron imposible, durante este mes, la literatura. 
Sólo la poesía y los ascos del gusto, fueron posible.

Só1o la mentira de tus ojos clavados en mis ojos, 
sólo tus palabras de amor en los últimos momentos. 
Bruja del dolor,
                       loba de los aullidos.
Só1o tus palabras de amor y tu locura por los gritos, 
en el momento de morir.


23 de marzo de 1977, Madrid

reconozco, querida, pido perdón por las palabras que dañaron tu
                                                                                [sensibilidad

Reconozco haberme equivocado contigo.
Ora pro nobis, mi señora.

                                      El amor existe.

Mi escritura es mortal, vive en tu cuerpo.
Las últimas tripas de la razón entre mis dientes.
                                                                      TE AMO.
Perforo tu cuerpo,
busco entre tus nalgas el gusto final, 
la barrera del odio.
                            ¿Dónde están los suicidios? 
Amada, que vengan a mí.
                                    ¿Dónde la sangre de los amantes? 
¿Dónde los infiernos?

...

El amor no existe, querido,
                                        se trata de saber. 
Soy la reina de la bondad, 
envuélveme en tu capa, besa mis anillos, mírame. 
Horas de recogimiento, querido, 
es necesario que la muerte no sea una sorpresa, 
duerme entre mis piernas.
Es necesario multiplicar la carne y los defectos, 
a las palabras,
a las palabras se las lleva el viento.

Deseo,
          el único deseo,
                                un hijo tuyo.
Un diamante en las entrañas de la bestia feroz, 
de la vaca triste.
Un hálito de inmortalidad para mi cuerpo.

La cuarta dimensión existe, querido, huyamos del mundo, 
tengamos nuestro nido de amor, 
donde todos con todos, para que el señor ame la belleza. 
Metamorfosis general para que el señor ame la belleza.

Soy todas,
               amado.
Soy el viento polar y el arco iris de los sueños nupciales.
Mi sexo es perfecto
el azar lo hizo clandestino.
El azar lo hizo tuyo,
                             muere en él.

 

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