Prometo no hacer preguntas acerca de tu
veracidad.
Tus cuidados, para con mi cuerpo,
mantienen mi piel joven y un cierto arrebato en mi mirada.
Te agradezco.
sé, también,
que los movimientos de mi cuerpo se agilizan con tu amor
y mi rostro es el rostro de un dios frente a tu asombro.