POEMA
III
Allí donde la tierra desangra sus jóvenes claveles
allí te espero.
Entre la sangre y el lejano carmín del humo del cigarro.
Entre las
soledades
estos viejos papeles manchados por tu risa
-entrecortada al alba-
y tus miserias como anchos y calurosos abrazos
y las diademas sobre tus pechos abiertos en el mar.
Allí donde los dioses tejen el vuelo de los pájaros
allí te espero.
Blanca extranjera mía perdida entre el tumulto
y el misterioso volar de las alondras en tu cuerpo
alondras en tu cara,
nada de pájaros cantores
sólo tu sexo
sólo el volar de las alondras
-antiguo y silencioso-
hacia el aroma de tu
sexo.
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