FREUD Y LACAN -hablados- 5

Miguel Oscar Menassa -2014

 


EL YO Y EL ELLO

II
 

 Estamos concibiendo la posibilidad de entender, comprender, de ver si podemos acercarnos a este texto de Freud tan fundamental que es “EL YO Y EL ELLO”.

Habíamos visto en la reunión anterior la diferencia que Freud plantea en el primer capítulo sobre Consciente e Inconsciente, y habíamos visto en el segundo capítulo de la obra, las diferencias que había entre el Yo y el Ello. Quiero recordar, que Freud aprovechando que quiere remarcar esta diferencia y teniendo en cuenta que el Yo se identifica con lo consciente, nos plantea la pregunta fundamental sobre el método psicoanalítico, porque lo único que puede conocer el sujeto psíquico es la conciencia, por lo tanto si lo inconsciente quiere ser conocido, tiene que hacerse consciente, pero no es que el inconsciente pase a la conciencia y que la conciencia robe del inconsciente, sino que hay una única manera de trasponer lo inconsciente en conciencia, y es mediante la interpretación psicoanalítica.

Freud aclara que la diferencia entre las representaciones preconscientes y las representaciones inconscientes, es que las primeras tienen libre acceso a la conciencia, porque están unidas a representaciones verbales, es decir, la interpretación sería a la representación inconsciente, como el lenguaje común, el habla es a las representaciones preconscientes. Esto es importante porque plantea el fundamento del método psicoanalítico, que es la interpretación. Por lo tanto si forzamos podemos decir que el inconsciente es la interpretación.

Si recordamos de la charla anterior, que lo real inconsciente no es simbolizable, que el saber inconsciente propuesto como conciencia se transforma en conocimiento, y por lo tanto deja de ser saber inconsciente, es decir, que no lo voy a encontrar en la realidad, en la realidad material, no voy a encontrar lo real inconsciente, en última instancia para decirlo de una manera académica, lo que voy a encontrar en la conciencia, lo que voy a encontrar en la realidad, son los productos efectos del trabajo inconsciente.

Estábamos en las preguntas, no habíamos comenzado la conversación de hoy.

Pregunta: Resulta interesante esto, que para distinguir entre el inconsciente que tiene acceso a la conciencia y el inconsciente que no tiene acceso a la conciencia, es la representación verbal, porque en el inconsciente no hay representación verbal, es decir no hay palabras, no hay frases, pura carga, puro movimiento de energías y de imágenes, hay imágenes.

– ¿Qué se pregunta, qué se está preguntando?

Pregunta: Si la memoria digamos visual, puede ser considerada propiamente inconsciente o siempre va ligada a representaciones verbales.

 – Habíamos visto en los capítulos de la Regresión, en los capítulos de La Interpretación de los Sueños, que hay un aparato perceptor, un aparato perceptor que no puede ser memoria, porque si fuera memoria se cubriría, se llenaría y no podría percibir, por lo tanto se suponía un pasaje del aparato de la percepción al aparato de la memoria, es decir que la impresión de percepción no era la huella, porque la identidad de percepción había tenido que hacer un tránsito desde la percepción a la memoria, y en ese tránsito ya era otra cosa. Entonces, esa identidad de percepción, eso visto, eso en realidad para el psiquismo no existió nunca, lo que existe es la huella que en realidad es el pasaje de la percepción a la memoria.

Freud en este capítulo ya no tiene esos problemas, él aparentemente ya solucionó eso, porque el problema que tiene aquí es otro, porque después vuelve a plantear lo del consciente-inconsciente, pero para hablar del saber, del no saber, para plantear el problema de la ignorancia, que después también lo plantea Lacan, en el sentido de que hay algo que se ignora si el sujeto está posicionado frente a la verdad, ese posicionamiento frente a la verdad es lo que genera la ignorancia, es el psicoanalista al posicionar al paciente en el sitio de la verdad, que lo hace ignorante, antes no tenía esa ignorancia, antes de tumbarse en el diván, sino que el posicionamiento frente a la verdad es lo que genera la ignorancia, entonces ya está preocupado por otras cosas, él ya está convencido de la existencia del inconsciente, ya está convencido, ya no tiene dudas. Si lo vuelve a plantear es para plantearse este otro problema: ¿La realidad es conocimiento? ¿Y conocimiento qué es? ¿Conocimiento es representación?

Por lo tanto podemos decir que si lo real inconsciente al ser conocido se transforma en conocimiento, se transforma en representación, no está, no está como tal, entonces esto que se le plantea como tal, al replantearse lo de consciente-inconsciente, esa división tajante, él ya lo hace en el proceso de la represión.

Esto es muy interesante, porque ahora él se está planteando la 2ª Tópica, es una modificación estructural, lo que antes era dinámico, tópico y económico; dinámico porque estaban los afectos que corrían de un lugar a otro, entonces era dinámico. Era tópico, tenía una topología: consciente-preconsciente-inconsciente, y era económico en tanto que él muestra, insiste con el concepto de libido y fundamentalmente en Introducción al Narcisismo, pero aquí va a ser estructural, es el primer avance estructuralizante, en el sentido de que a partir de aquí, el Inconsciente va a ser un “sistema Inconsciente”, va a ser la estructura inconsciente, que como ya vimos en el primer encuentro hablando del Yo y el Ello, habíamos dicho que en esta segunda tópica, como mínimo a simple vista, lo que en el inconsciente de la Interpretación de los Sueños era Inconsciente-Preconsciente-Consciente, había una relación entre preconsciente y consciente y entre Inconsciente y preconsciente, es decir, había relaciones inter-sistémicas, entre sistemas.

En la nueva tópica, hay una relación intra-sistémica, en tanto el Yo va a tener relación con el Ello y con el Superyó, y el Superyó lo mismo, pero como el Yo va a tener aspectosinconscientes y el Superyó aún más, se tiene que suponer una relación intra-sistémica, es decir, los aspectos conscientes del Superyó, por ejemplo, con los aspectos inconscientes del Superyó. Evidentemente la conciencia moral, el orden de la ideología y la filosofía, el orden de lo civil evidentemente es consciente, tan consciente ese Superyó, que el Superyó del cual habla el psicoanálisis, en realidad es la repetición de alguna parte fijada de la ley, que en realidad es inadmisible para la misma ley, por ejemplo, sin ir más lejos, si ustedes leen el “Aún” de Lacan, el Seminario 20, el imperativo del Superyó es “goza”. Como ustedes ven para el sistema psíquico, para la ley fálica, evidentemente el imperativo del Superyó diciéndole al sujeto “goza”, es la propuesta de un imposible, de algo inadmisible para la dialéctica fálica que es la que regula al sujeto.

El problema que plantea el Superyó, es el problema del complejo de Edipo, donde se ve claramente la necesidad de recurrir a las últimas formas de la sexuación como la posibilidad simbólica del sujeto psíquico, que es poder tener cuatro sexos: madre, padre, hombre y mujer.

Con respecto al hombre y la mujer Freud dice que no hay posibilidad de representación psíquica de lo que es un hombre o de lo que es una mujer y que la altura más alta que alcanza un sujeto psíquico para ver cuáles son las diferencias y poder capturar psíquicamente la diferencia entre hombre y mujer, lo hace bajo las categorías de activo y pasivo, que en realidad no quieren decir nada.

Freud dice, que hay dos inconvenientes que hacen que el complejo de Edipo siempre sea forzosamente inexacto, que siempre habrá error, y esto se debe, a la bisexualidad, creo que llega a decir la palabra innata, ya que el Edipo siempre es una relación triangular, es decir, siempre es una relación con el otro con la presencia de un testigo como mínimo, o para decirlo más a nuestros días, dos hay cuando hay tres, porque cuando hay dos, no hay dos, hay sólo uno, el yo con su imagen. Para que haya el Yo y el otro, tiene que haber un tercero. Me imagino que ustedes se darán cuenta que esto es así para el psicoanálisis, claro.

Freud dice: hay una manera donde el Yo prefiere perder una parte de sí, para decirlo de una manera literaria, a perder el objeto, prefiere perder el Yo parte de su ser a perder el objeto amoroso, el objeto libidinal. En el lugar del Yo que pierde, lo cede, cobija el objeto amoroso perdido, con lo cual aunque el objeto amoroso se haya perdido, no se ha perdido, porque el Yo del sujeto ha cedido una parte de él mismo, para que en ese lugar, mediante el proceso de identificación, viva el objeto perdido.

Freud dice que esto se ve claramente en la melancolía, muy claramente, en el autorreproche del melancólico. Al ser estudiada con calma y lentitud, indica que las características de las personas que se delinean en el autorreproche, (yo soy una porquería, yo soy…), la persona que se delinea no es la persona del sujeto, sino que las características coinciden con las características del objeto perdido, es decir, que las constantes recriminaciones que el melancólico en apariencia dirige a su propio Yo, el castigo, la autopunición que se aplica y a la cual se condena, en realidad es el castigo que infringe y al cual somete al objeto perdido, que no está perdido porque en su Yo lo cobija.

Por este mismo proceso de identificación, se ha de constituir el Superyó, dice Freud, a expensas de la represión, de la pérdida de la relación con los padres, es decir que Freud explica la construcción del Superyó mediante un mecanismo de identificación, donde el Yo del niño prefiere que una parte de su Yo se transforme en Superyó, o sea deje de ser Yo, para no perder, para no dar por perdida la relación con los padres.

Freud llama de dos maneras a esto que se forma en esta identificación frente a lo que después nosotros llamaremos la amenaza de castración, o la barra de la castración, o la aparición del tercero, o el Complejo de Edipo; lo llama Ideal del Yo y Superyó, y advierte, dice que hay en lo que él llama indistintamente Ideal del Yo y Superyó, una advertencia y una prohibición. La advertencia es: “así como tu padre debes ser” y a esto se refería el Ideal del Yo, y luego hay una prohibición, “así como tu padre no debes ser”, es decir que hay algo que le está particularmente reservado. Es decir, no se puede dejar de plantear, por lo menos en las dos Escuelas Psicoanalíticas que nosotros reconocemos, la obra de Freud y la obra de Lacan, tanto uno como otro lo plantean en diferentes momentos de su obra, el procesamiento de una identificación diferente a ésta que estamos hablando, en tanto ésta identificación de la cual estamos hablando es una identificación que se producía cuando el Yo retiraba la carga de objeto, el amor, la libido objetal, la desexualizaba. Entonces quiere decir que si es sexual es con otro, porque cuando retira la libido del otro la llama libido desexualizada, la llama libido del Yo, libido no erótica. Con esta libido retirada de los objetos, es que catectizo la parte del Yo, mecanismo, dice Freud, que debe leerse en todos los proceso de sublimación, al comienzo de éstos la energía de la sublimación, el arte, la cultura, los puentes, el ingenio, provendría según Freud de energía libidinal amorosa de objeto, retirada del objeto, transformada en libido desexualizada, en libido narcisística, en libido del Yo por eso narcisística, porque es del Yo, que luego el Yo entregaría a la construcción de la sublimación, es decir, la producción de la civilización es la sublimación.

En el capítulo anterior Freud decía que el Yo es propiamente corporal, pero no la superficie del cuerpo, sino su proyección. A los que están dentro del idioma psicoanalítico, ustedes se dan cuenta de la similitud de estas palabras con la fase del espejo de Lacan, el Yo es concientemente corporal, pero no la superficie del cuerpo, sino su proyección, es decir, evidentemente para Freud también, no hay constitución del Yo sin el otro.

Yo no sé si todos ustedes conocen la fase del espejo de Lacan, donde se plantea como un juego un aparatito que sería un espejo cóncavo, esos espejos que dan imágenes reales, es decir, la imagen puede ser virtual o real, real es cuando está adentro del mismo objeto, que la imagen se forma en el mismo plano. Si yo pongo un espejo ahí, entonces la imagen mía en el espejo curvo estaría en este campo, en cambio la imagen virtual es aquella que se da en el espejo plano, que perfora la pared. El espejo plano lo ponemos aquí y nosotros nos vemos en la otra cara, ha perforado lo real, es virtual, en cambio el espejo curvo da una imagen en lo real, entonces, dice Lacan, si nosotros ponemos un florero aquí y unas flores allí, tenemos que las flores que estaban debajo de esta tarimita, pasan a estar en el florero. Evidentemente si hay un tramoyista, dice Lacan, que esté metido en la experiencia no ve la totalidad de la experiencia, el tramoyista, el que hace la magia, vería las flores aquí y el florero allí, pero un espectador que estuviera sentado en una silla en el auditorio, vería el florero, esto no lo vería, esto está cubierto. Con el espejo curvo un espectador vería el florero y las flores como una imagen real. Pero el tramoyista no, el que está metido en la experiencia no ve eso, pero si al que está metido en la experiencia le ponemos un espejo plano, dice Lacan, entonces el espejo plano en el lugar del espectador, en el espejo plano él va a ver.

Es decir, si ahora se tratara, no del Ideal del yo que es algo simbólico, que es el acontecimiento de la vida simbólica que viene a regular los procesos imaginarios, sino el Yo ideal, del Yo primitivo, del Yo real dice Freud.

El cachorro humano nace prematuro, es decir nace en falta, neurológicamente su sistema nervioso no está maduro y por otro lado sin el auxilio de alguien previamente humanizado no se humaniza; su carencia es tal, para que entiendan después lo que quiere decir una madre, lo que quiere decir la función madre, una incapacidad tal que si no aparece la función madre se muere. A los médicos de la sala les recomiendo que por favor estudien con intensidad los procesos que se dan en el recién nacido para evitar todo tipo de crímenes, injurias al recién nacido, en tanto es un aparato incompleto, en tanto es un transmundeo. Del nacimiento en realidad, podemos decir que no se nace cuando se nace, sino que en realidad cuando se nace se transmundea, se nace luego, se nace después, se nace al tiempo, se nace cuando se puede constituir las funciones tanto biológicas, tanto animales, como simbólicas, antes es un animal prematuro.

Ahora vamos a ver cómo reacciona el chimpancé de seis meses, a la misma edad que el niño. Reacciona con una capacidad instrumental evidentemente superior a la del niño, quiere decir que el niño, es en realidad un animal enfermo, por eso hablará. Porque es un animal enfermo que no puede cerrar el circuito de la necesidad, hablará, demandará, pedirá, como no puede cerrar por sí mismo el circuito de la necesidad, si nosotros ponemos un plátano aquí y un monito de seis meses, el monito va a coger el plátano y se lo come, es decir recibe un estímulo del plátano y cierra el circuito de lo necesario. En cambio el niño recibe el estímulo y no puede cerrar el circuito de lo necesario: ve su imagen en el espejo y se diferencia del chimpancé que le hace señas a la imagen. El chimpancé es anterior a la imagen, el niño de seis meses frente a su imagen especular se siente posterior a su imagen, como si la imagen fuera realmente otro. ¿Por qué? Porque queda hipnotizado por su propia imagen, lugar de todo otro, es decir, que luego durante toda mi vida, todas las personas que vaya conociendo ocuparán el lugar de mi propia imagen, que todo amor tiene un revestimiento imaginario, eso quiere decir que cuando lean por ahí que todo amor tiene un revestimiento imaginario, quiere decir esto, que todo amor caerá en el lugar de mi propia imagen y si no no será amor.

Teníamos el tramoyista despedazado, el tramoyista veía el florero abajo y las flores arriba, por lo tanto el Yo corporal. El Yo corporal del niño con el sistema nervioso no constituido, con la visión no constituida, es vivencia, interrogación, despedazamiento, es decir, no sabe dónde comienza, dónde termina su cuerpo, su cuerpo puede continuarse con los barrotes de la cuna o con el cuerpo de su madre. Y por otro lado ya a los seis meses evidentemente ve lo que no puede, es decir, su mirada se anticipa a toda capacidad instrumental, con esa mirada ve su imagen en el espejo, y qué ve, no ve ninguna otra cosa que un niño entero. Entonces dice Lacan en ese ver ese niño entero y sentirse despedazado, en esa disparidad entre lo que siente y lo que ve, se genera la matriz de toda futura identificación, el niño de seis meses no habla, pero si hablara diría: “yo quiero ser ese niño entero”. Esto era simplemente para mostrar cómo el Yo me viene dado desde lo otro.

La dialéctica imaginaria entonces, con la imagen especular ¿qué dialéctica es? La menciona a mí entender Hegel. Es una dialéctica tal en donde a ese otro, desde el cual me viene dado mi ser, es decir, a ese otro que es soporte de mi alienación, sólo quiero aniquilarlo, por lo tanto como diría Lacan, gracias a Dios somos seres parlantes, o gracias al símbolo podemos ponerle una palabra al registro imaginario, porque el registro imaginario es el lugar donde todo lo que soy está en el otro, y no sólo todo lo que soy sino todo lo que quiero ser, es decir que no sólo me va a pasar en el complejo imaginario, porque cuando ingrese en el mundo universal del lenguaje seré como sujeto un significante, que me constituye como sujeto para otro significante, otro significante que me aniquila como sujeto, es decir, no hay sujeto si al mismo tiempo no hay desaparición del ser humano, no hay sujeto si a la vez no hay desaparición del sujeto.

 Estábamos en el Edipo y el proceso de identificación y veíamos cómo el Superyó se constituía por identificación. Freud aquí hace un señalamiento de que hay una identificación anterior a toda carga de objeto, antes de atravesar por ese lugar donde desde el otro, no hay Yo, por lo tanto antes de la constitución del Yo, por emplear los términos freudianos, el Ello directamente establece una identificación con el padre o con la madre indistintamente, porque ésta identificación es previa al objeto, es decir, es previa a la sexuación, ahí las cosas no tienen sexo, entonces da lo mismo, padre, madre, identificación primordial previa a cualquier relación de objeto.

Esta identificación primordial es la base, dice Freud, donde se va a formar el Superyó, es decir, sobre esta identificación primordial, esa parte del ser que ya no es él, y si nos dejamos llevar por mis propias palabras, una parte del Ello que ya no es Ello, algo que el ser perdió para siempre en esta identificación primordial.

Como sujeto psíquico carezco de dos cosas fundamentales, una doble carencia padezco como sujeto psíquico. Si el sujeto es lo que un significante es para otro significante, entonces por ingresar al mundo del lenguaje habrá algo que siempre lo anticipe, habrá algo de lo cual siempre se carece. En esta inscripción podemos inscribir el falo, que no es nada carnal, es falo, y que sería un significante de lo que me falta por ser del lenguaje, ser de la palabra; por lo tanto no ha de ser ni masculino ni femenino, el falo lo único que puede ser es razón de esa relación. El falo no se puede tener, todas las aproximaciones a ser o tener el falo son las enfermedades psíquicas.

Entonces, carezco de que yo no digo, de que soy dicho por mi pensamiento inconsciente, pero carezco, por ser de la especie, por ser un viviente que se va a producir por sexualidad, he perdido definitivamente la inmortalidad, por ser especie, ser viviente que ha decidido reproducirse por la sexualidad. Para la especie el sujeto nace muerto, porque nace con un destino marcado, habrá de reproducirse por sexuación y todo aquel que se reproduce por sexuación para mantener su especie, muere, por lo tanto nace por definición muerto.

Freud es un autor interesante, yo todo esto lo saco de Freud, considero que es un autor mal leído. El animal no se da cuenta que tiene cuerpo, entonces es un animal que está dentro del cuerpo, igual que el animal, está dentro del cuerpo el hombre, pero el hombre se da cuenta que tiene cuerpo. Los animales tienen imaginario es fácil demostrarlo, toda danza sexual entre animales muestra que hay proceso imaginario, que el movimiento es por Gestalt, que hay especies más exigentes que otras, pero hay un tipo de paloma que directamente poniéndole un espejo cree que es el compañero sexual y entonces tiene el desencadenamiento del ritmo sexual. Toda la cuestión del exhibicionismo, del travestismo y de lucha por el prestigio, son cosas del imaginario animal; los gallos, las gallinas, en la danza amorosa hacen todo eso que dije, como los hombres, lo que pasa es que para el hombre todo esto es imperfecto, él ve la imagen de lo que en él desencadenaría el ritmo sexual, pero en realidad no estaba mirando eso, su mirada, es decir, disociada de su vista, miraba otra cosa, todo está trastornado ¿porqué? ¿porqué todo está trastornado?

La adquisición verdaderamente humana es la pulsión de muerte, la adquisición verdaderamente humana es que nos pase lo mismo que a los caballos, que se reproducen por sexualidad macho y hembra y por lo tanto son mortales, nos pasa lo mismo que a los caballos, lo que pasa es que nosotros sabemos que nos pasa lo mismo que a los caballos, los caballos no saben que les pasa lo mismo que a los demás. Y ese saber ¿dónde nos lleva? Ése saber nos lleva a la investigación de la pulsión de muerte, en tanto no se repite el pasado, la repetición viene marcada desde el futuro, es la muerte que se repite, no la relación con la madre, lo que se repite es esa carencia que estuvimos viendo que es constitutiva para el sujeto humano.

Es por sexuación que nos reproducimos, por eso es que no hay representación psíquica, Freud dice, no hay representación psíquica de lo masculino y lo femenino, porque lo masculino y femenino es la reproducción de la especie, después de eso ya no hay en el psiquismo masculino y femenino, no hay ninguna representación, son paradojas de esta ciencia joven; porque después si a mí me preguntaran, a Lacan le han preguntado antes de morirse por el fin de análisis ¿Cómo coño es? y él dijo, a veces es un coño y a veces es un pene, es decir, ¿qué dijo? El fin de análisis si es mujer, que pueda serlo y si es hombre que pueda serlo. Es tan complejo, hay como contradicciones porque se quisieron soluciones a estos problemas, todo el mundo quiere solucionar éstos problemas, no solamente ustedes. Si no hubiese sexualidad gozaríamos todo el día, un goce primitivo como el sueño, como los brazos de la madre. Cómo se verán impactados, que fueron a caer en una situación totalmente ficticia, porque eso sería un hombre que no se muere, no hay falta. Hay falta, soy hablado, además es interesante la fase del espejo, volverla a repetir, porque si ustedes se dan cuenta, cuando se miran al espejo, si se van corriendo del espejo llega un momento que desaparecen, ven el espejo pero no se ven ustedes, y si ponen un centro en el espejo, van colocando objetos y van moviendo los objetos van a ver que los últimos en desaparecer, los últimos objetos del espejo en desaparecer cuando yo me muevo, son los más próximos al centro. Si estoy justo en el centro y en el lugar equidistante al espejo y del espejo a la imagen, entonces me pasa esto que dijimos, yo veo la imagen, me siento constituido por la imagen, tengo la a-finitud primaria porque me alieno en el otro y después hablo; pero lo que pasa es que a medida que me voy corriendo de esa posición central empiezo a tener problemas en la constitución de la imagen, empiezo a tener problemas en la constitución del cuerpo, es decir, por aquí, perdónenme que hable de tan mala manera, pero para que ustedes me entiendan, por aquí tenemos que buscar el procesamiento de las enfermedades psicoanalíticas, en la alienación, en la castración que voy a tener frente a mi imagen especular, cualquier distorsión de la imagen va a producir trastornos en la constitución del Yo corporal.

La próxima vez yo insistiría sobre el tema, en lugar de entrar en las dos clases de instintos, donde íbamos a hablar un poco de lo que es la pulsión para diferenciarla del instinto, que a pesar de los inconvenientes, de las traiciones y de las traducciones de los textos, a mi entender debemos utilizar el término pulsión porque es un término al cual Freud define de una manera altamente novedosísima y que en su texto en alemán si bien es cierto que aparece la palabra Instinct, aparece mucho más la palabra Trieb que debemos traducir como pulsión, es decir, digo esto en el sentido de que si entendemos la diferencia entre instinto y pulsión, después nos va a ser fácil comprender porqué algunos psicoanalistas llegaron a decir y tal vez nosotros mismos, que la pulsión no era el instinto, sino el límite entre lo biológico instintual y lo humano, el deseo. Entonces la próxima vez voy a hablar de eso, pero creo que vamos a seguir con el Edipo, vamos a hacer todo el desarrollo.

Después de este aparatito, esto termina en un gráfico que se llama el gráfico de la realidad, donde Lacan va a demostrar, si ustedes leen bien el texto de Freud, va a mostrar de una manera topológica lo que Freud dice en este capítulo que estamos trabajando, El Yo y el Superyó.

Freud dice: el Yo se forma con las cargas de objetos con las cuales se va a identificar, es decir, por múltiples identificaciones. Ni leyéndolo en alemán Freud dice que el Inconsciente sea algo que tenga las pasiones. El Inconsciente es algo que viene del otro, del lenguaje, de otro, de la imagen.

Pregunta: ¿Y el Inconsciente colectivo?

– El Inconsciente colectivo es un término que nosotros no manejamos, pero vamos a dar un seminario entero para terminar con el inconsciente colectivo, empieza el 15 de Junio, tarde, 10 sesiones tienen sobre ese tema, para terminar definitivamente con el inconsciente colectivo que es una terminología acuñada por Jung, que podemos conversar en otra oportunidad. Porque allí se pierde el concepto de libido, y el concepto de libido para Freud, para el psicoanálisis, para nosotros, para Lacan, es muy importante, porque es el órgano sexual, y como el psicoanálisis trata de la sexualidad…, entonces la libido en Jung, y el inconsciente colectivo son concepciones totalmente dispares.

Freud explica eso de otra manera, yo creo que dentro de 3 ó 4 semanas voy a dar Análisis de las masas, Psicología de las masas, donde Freud ya cuestiona todo ese parecer. Él funda la masa y la cosa de la Psicología colectiva de otra manera, interesante también, ahí podemos discutir el tema, usted estudia el inconsciente colectivo un poco más y yo le hablo del Inconsciente freudiano y entonces discutimos en esa clase, ese problema.

Pregunta: Si dicen ustedes que fundamentalmente trabajan la sexualidad han hecho una afirmación que dice, si no hubiera sexualidad no habría placer.

– No, displacer había dicho. Lo que interrumpe el placer, la tranquilidad, es la sexualidad, porque la sexualidad siempre es un encuentro que no se realiza, siempre es un encuentro a medias, es un encuentro que falla.

Pregunta: ¿Porque lo buscamos entonces desde pequeños?

– Ah… porque falla, exacto, es así, ése es el Psicoanálisis, ¿por qué lo buscas? Porque falló, porque si hubiese venido entero, sin fallas, nadie repetiría nada, no seríamos como somos. Entonces dos carencias, venimos fallados, somos sujetos del lenguaje y condenados a muerte, sí, claro, entonces la sexualidad es el intento de separar la cuestión, vamos a decirlo así, de llegar a una completud, de llegar a una armonía. Fracasa, eso es la sexualidad; en tanto como usted sabe la sexualidad no tiene nada que ver con el amor, la sexualidad, la pulsión. Freud dice, la pulsión no tiene nada que ver y además ni siquiera con el bien del sujeto, porque hay pulsiones positivas y hay pulsiones negativas; pulsión de muerte, y pulsión de vida.

Según un texto que les voy a leer cuando veamos el asunto de los instintos, de Cesare Pavese, donde en “Los Diálogos con Leucó”, escribe un diálogo entre Tánatos y Eros. Es muy interesante el diálogo porque nosotros siempre concebimos a Eros como la vida y a Tánatos como la muerte, pero eso no es así, es una tendencia a la unión y una tendencia a la des-unión, que además no es Eros todo lo que vive, como no es Tánatos todo lo que muere, a veces Eros mata y a veces Tánatos da vida, entonces Pavese, que no era psicoanalista, sino un gran escritor de este siglo, italiano, que murió a los 50 años, creo, él mismo se da muerte, cuando escribe el diálogo entre Eros y Tánatos, relata que es un joven al cual mata un dios jugando con el disco, tira el disco, lo mata porque el joven se lo queda mirando cuando el dios se va. Entonces la conversación entre Eros y Tánatos era por qué ese Dios había hecho eso, entonces lo interesante es que defendiendo el amor del dios, el amor del adolescente por dios, Eros llega a justificar la muerte. Tánatos le llega a preguntar: “Pero, ni siquiera lo ha llorado, como nosotros”, entonces el dios le responde: “Pides demasiado Tánatos”.

Es para explicar esto que quiero decirles, que Tánatos no es siempre la muerte y que Eros no es siempre la vida, es decir, que la disociación instintual rige, Eros transportado de la mano de Eros, sin pulsión de muerte, y… moriríamos inmediatamente.

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