FREUD Y LACAN -hablados- 5

Miguel Oscar Menassa -2014

 

 

PROCESOS CREATIVOS

 EL POETA Y LA FANTASÍA

 Con la clase de hoy deberíamos concluir el capítulo del programa Materialidad del Inconsciente: La Sexualidad. Es decir, después de la clase de hoy se acabó la filosofía, viene el psicoanálisis; tienen unos veinte temas de técnica psicoanalítica y luego clases de clínica, con casos clínicos.

 Lo que no pudimos con la filosofía hasta hoy, en este primer ciclo ya no lo pudimos, ahora viene técnica psicoanalítica, clínica psicoanalítica.

 Bueno, concluir con la sexualidad no se puede; entonces les voy a leer los tres primeros renglones del libro de Freud “El Poeta y los sueños diurnos” que en algunos libros está traducido como “El Poeta y la Fantasía”.

 “Los profanos sentimos desde siempre vivísima curiosidad por saber de dónde el poeta, personalidad singularísima, extrae sus temas y cómo logra conmovernos con ellos tan interesantemente y despertar en nosotros emociones de las que ni si quiera nos juzgábamos acaso capaces”.

 Como toda emoción sexual que surge frente al otro que nos dice, en este caso el poeta, de aquello que no somos capaces siquiera de saber que somos capaces de sentir.

 En estado de pureza, es decir, pureza teórica, ingenuidad teórica, diríamos que esto que Freud se pregunta del poeta, es lo mismo que nosotros nos preguntamos del deseo y que en estado de ingenuidad teórica, estos estados se padecen bajo el nombre de trastornos funcionales.

 Cómo logra conmovernos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces, si no éramos capaces de juzgarnos capaces, ya que esa posibilidad vivencial era inconsciente.

 Por ejemplo, si no éramos capaces de juzgarnos capaces de enamorarnos, de sentir celos, y de pronto nos encontramos en una situación en la que nos sentimos fuertemente atraídos por una persona, por un rostro, por una palabra, un perfume y además experimentamos por primera vez el sentimiento de celos. ¿Qué tenemos que pensar?, que es cierto, que esa situación cuasi-experimental de la cual se trata la vida, me ha llevado a sentir algo que yo era incapaz de juzgar ser capaz de sentir; por lo tanto, ese sentimiento era inconsciente.

 Lo que despierta el poeta con sus metáforas son sentimientos inconscientes. ¿En que oportunidad?, cuando nos hace sentir emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces.

 Sobre estas frases es todo el trabajo. Todo el trabajo es, cuales son los nexos entre la creación poética y las fantasías neuróticas y qué es lo que el poeta pierde o no tiene en el momento de escribir gracias a la escritura y no a él, que le permite transformar una fantasía, que normalmente es algo desagradable, en algo agradable o desagradable, pero que puede agradar de manera estética mis sentidos.

 ¡¡¡Si por lo menos pudiéramos descubrir en nosotros o en nuestros semejantes, una actividad afín en algún modo a la composición poética!!! Freud dice que sí, que hay una, los sueños diurnos, las fantasías. ¿Usted tiene sueños diurnos?, ¿y usted también?, y ¿por qué no son poetas?

 Buscando algo parecido en nosotros o en algún semejante de ese mecanismo tan peculiar que transforma la mierda en oro, me he encontrado con los sueños diurnos, por lo tanto, el que es capaz de un sueño diurno sería capaz en esta teoría, y me apoyo en los poetas, dice Freud, que cuando les preguntan a los poetas, quién puede hacer poesía, ellos contestan: todo el mundo.

 Basándose en esta peculiaridad, dice Freud, del sueño diurno, aseguro que todos los hombres, también yo, podríamos ser poetas.

 Son poco impresionables ustedes, es una cosa impresionante la que les acabo de comunicar; sobre todo cuando se enteren del motivo por el cual los neuróticos tienen sueños diurnos y los poetas escriben poesía.

 Para poder llegar a alguna conclusión vamos a ir haciendo como hizo Freud; que primero va a discriminar el juego de la fantasía. Tiene una tendencia en el texto a acercarlo más al juego de los niños que a las fantasías de los adultos.

 A mi entender se parece, Freud lo dice, primero por la falta de pudor: el niño cuando juega no tiene pudor, es decir, goza como el poeta de una cierta libertad para la combinación, porque lo que evita la combinación es el pudor.

 Mientras que nosotros sabemos que el neurótico, a diferencia del niño y del poeta, tiene el pudor de expresar sus propias fantasías.

 El otro hecho fundamental que Freud señala: el juego del sueño siempre algo tiene que ver algo con la realidad. Juega que cabalga entre la nieve de los Alpes con un caballo blanco, pero nuestro niño va montado en el palo de la escoba.

 Ha tomado el palo de la escoba y lo ha transformado en un caballo. Los neuróticos para fantasear no necesitan en absoluto, de ningún detalle de la realidad.

 La diferencia entre la poesía y la psicosis es que la poesía siempre tiene que ver con la realidad. Cuando no tiene que ver con la realidad, no es poesía, son obras de ficción o producciones psicóticas, y en esto es donde realmente se asemeja al juego de los niños.

 Pero el juego de los niños tampoco es poesía. ¿Cómo resuelve Freud el asunto?

 Público: Explica que el juego es la expresión de una realización de un deseo, el deseo de ser mayor.

 Respuesta: A él no le da vergüenza que juega, no le da vergüenza pensar que cuando sea grande va ser mayor, le parece normal. Al adulto le da vergüenza.

Público: Es que quizás hay una negación que no hay en el niño cuando juega. Porque hay un conflicto, cuando empieza el texto diciendo que “ni siquiera hemos pensado en eso”, es como cuando dice “no vaya usted a pensar que es mi madre”, entonces, la fantasía habla de un conflicto negado, trabajado en el poeta.

Respuesta: ¿Y qué relación tendría eso con el pudor? porque a mi me parece que Freud lo plantea estrictamente referido al sentimiento de pudor, llega a decir que el poeta lo que pierde es el asco, no tenía pudor y lo que pierde es el asco.

Público: Porque el niño no tiene vergüenza de querer ser un adulto, pero el adulto de querer ser un niño. Porque hubo un lápsus en la clase, los poetas “contestan” o “contentan” a todo el mundo.

Respuesta: Para dejar contento a todo el mundo.

 Respuesta: Depende del poeta; justamente esa falta de pudor, ahí está en un diálogo con la escritura, con el lenguaje; en el diálogo hay un más allá, no hay un interlocutor directo, no hay un censurador, realmente no le importa nadie.

 Público: Todo eso pensando que también había que definir lo del niño, porque tanto la vergüenza como el asco son sentimientos sexuales, Freud los da como sentimientos que se liberan a la salida del Edipo. Si pensábamos en el niño infans, lo que podría ser conflictivo de la sexualidad que luego genera ese sentimiento, aún no está resuelto. Freud dice que es lo que se hereda del Edipo como sentimiento.

 Respuesta: Si, alguna vez habíamos dicho que, el ingreso a la fantasía del niño es su entrada al mundo del principio de la realidad. Cuando tiene su primera fantasía comienza el principio de realidad.

 Público: Después, esa posición que dijiste que se debía más a la escritura que a él, lo lleva a un juego con el lenguaje donde está olvidado de todo como el niño, entonces puede saltar la barrera en esa función, en esa posición, no es una cosa que le pasa al ser del poeta.

 Público: Lo que pasa es que no se puede olvidar de todo el mundo porque dice que no se olvida de la realidad.

 Público: Que eso está en el juego con el lenguaje, que esa es la realidad, no es el que está al lado, el que le habla ni el que le alcanza algo.

 Público: En el sentido que el sometimiento a la ley del lenguaje, es sometimiento a una ley más general; sometido a la ley del lenguaje tengo el goce de la combinatoria que el lenguaje me presta, es una ley diferente para ese posicionamiento que la realidad social.

 Publico: Creo que al final del capítulo dice que la lectura de poesía produce un placer, donde se habla de temas desagradables para el hombre pero que le llegan de otra manera. En el sentido de que las fantasías por ser expresión de un deseo, desde el presente con el pasado y el futuro…desde la poesía hay como un viaje hacia el pasado y hacia el futuro, los tres momentos de la realización del deseo.

 Público: Esa sería la posibilidad que el lenguaje le da a la poesía.

 Respuesta: Pero por ejemplo, el poeta, el que escribe poesía, ¿carece de fantasías?

 Público: A mí me parece que cuando tiene sueños diurnos es un neurótico como todos.

 Respuesta: Ah, él alterna entre su ser poeta y su ser humano. Es corriente eso, ¿vive disociado?

 Público: Como en cualquier función, como un maestro de colegio, alienado a la función.

 Público: Más cerca de la palabra que de la mirada, porque también se puede sentir eso frente a una obra de arte.

 Público: El poeta denuncia, es un pequeño dicelotodo, denuncia algo que está negado en la realidad, la sexualidad.

 Público: También se podría marcar que el poeta, a diferencia del niño y del neurótico, realiza un trabajo para otros, porque en el juego, aunque el niño admite exhibirse no lo hace para otros; el neurótico directamente no exhibe, lo hace todo para sí. En cambio, el poeta realiza un trabajo. Por un lado pienso que su fantasía es su materia prima, la fantasía se la provee su propia vida sobre las otras gentes, pero sobre esa fantasía realiza por un lado un trabajo de escribirlo, y por otro lado acepta después de haber escrito, que eso es un producto que luego de realizado lo comparte con otros, lo exhibe. En ese recorrido, el atributo que tiene el poeta es que es un trabajador en ese campo.

 Público: Trabaja con muchas más palabras que el neurótico y el niño.

 P: Su instrumento de trabajo es el lenguaje, pero además del  lenguaje está el tiempo de su vida que lo entrega a una utilización de ese instrumento. Tiene todo el andamiaje de las palabras pero si a eso no sumase el sentarse a escribir, corregir.

 P: Por eso firma.

 P: Tiene fantasías como el niño y como el neurótico, pero al nombrarlas se somete a la ley de la palabra. Es un tránsito desde lo imaginario al proceso simbólico, lo que lo salva de que ese momento no sea un momento neurótico sino de creación. Pensaba en la palabra discernimiento del principio de realidad del otro día, que lo habíamos visto como el lugar donde se anudaría, donde estaría comprendido el principio del placer, ahí se comprendería el placer con la realidad. Mientras que me parece que la poesía sería como un momento así, desde lo que se apuntó de que siempre anuda con la realidad, con la ley del lenguaje. Como un acto de discernimiento que toma de la realidad una particular porción y lo salva de la fantasía que lo neurotizaría.  

Respuesta: Si leemos el texto de Freud, lo dice claramente, el hombre feliz jamás fantasea y sí tan sólo es insatisfecho, de tal modo que los instintos insatisfechos son las fuerzas impulsoras de las fantasías y cada fantasía es una satisfacción de deseos, es decir, una rectificación de la realidad insatisfactoria. ¿Alguna cuestión?

P: Pensaba en ese estado de discernimiento, habría en el creador una lucidez en la visión que la tiene en ese momento y la pierde después.

 Respuesta: ¿Qué quiere decir eso? En la clase anterior dijimos que en lugar donde había represión se instalaba el discernimiento y no había más represión. Y ¿Qué es lo que se reprime? Habíamos dicho que lo que se reprimía era el horror al incesto, porque lo que se reprime es lo que se desea. Entonces Freud dice, en el lugar donde todos los hombres tenemos un punto de represión por nuestro asco de nuestro origen humano, el poeta instala el discernimiento.

 Pierde el asco por las otras personas y transforma sus fantasías en escritura; después de superar el asco que tiene por todo ser humano, ahí está la represión y no el discernimiento, porque eso le recuerda su tristísimo origen, de otros para otros.

 Como si Freud con “asco” dijera la palabra exacta. Eso está relacionado con el pudor, el pudor relacionado al develamiento del falo, y el develamiento del falo está relacionado con las diferencias sexuales y está el horror al incesto y a la madre castrada, a la madre fálica.

 P: El chiste también levanta la barrera de lo reprimido.

 P. En el caso de los lectores con muy poca sensibilidad frente al lenguaje de la poesía, imposibilita de que le pase algo frente a la metáfora, estaría como una represión muy honda a superar el asco.

 Respuesta: Normalmente son fanfarrones que dicen que los verdaderos poetas son ellos, en esas fantasías que no pueden comunicar porque se avergüenzan. Que si algún día perdieran la vergüenza de comunicar las fantasías, la verdadera poesía sería eso que ellos fantasean. Además empiezan con una negación, que no sé si es decir directamente que si les gusta la poesía, o decir el trastorno que traería a la vida de una persona.

P: …

 Respuesta: Si, si dice que no quiere saber nada con la poesía es una bestia, por algo, tal vez no tanto porque tiene sus motivos, pero de entrada es una bestia, después se va viendo. Porque es la mayor simbolización, la poesía es el mayor logro humano.

 Es como si alguien va por la vida diciendo: yo no estoy interesado en el amor, del amor a mí no me hablen, ¿tú que dirías?, este es carne de diván. Bueno, pero la poesía es también la realización de ese amor.

 En la intención de desbaratar un plus, a mi entender formalista, que no es malo en tanto en el psicoanálisis la cosa es una cuestión de formas, una cuestión estética; pero yo diría que el poeta no sólo tiene en cuenta la realidad del lenguaje, lo que no sé si está con el poeta es el tiempo que maneja, el problema del poeta es el tiempo que maneja, porque siempre habla de la realidad y no de la realidad del lenguaje, habla de la realidad objetiva, material, de sus transformaciones.

 Los primeros psicoanalistas según Freud fueron poetas, pero los ecologistas son poetas; los poetas suecos por ejemplo, están adelantadísimos en los sistemas de limpieza. Su poesía es limpia como va a ser limpia la ciudad dentro de cien años, tienen esa anticipación. De qué realidad me hablan cuando en Suecia se están matando todos y están todos borrachos y ellos tienen una poesía toda limpia, del año dos mil cien. Bueno pero son poetas, queremos que encima emboque con el tiempo, ya acertamos con la temática, con la producción de sentido y con la evidencia de esa transformación.

Inmerso en la realidad del lenguaje tiene en cuenta todas las otras realidades que determinan al lenguaje, ¿qué es el hombre culto que pedía Pavesse? ¿Qué quiere decir eso? Para mí es una simultaneidad de pensar cómo piensa la época, ese es un hombre culto.

 Y es verdad que cuando se produce una metáfora hay una especie de cultura, sino, no se puede producir la metáfora. El ingenuo que no sabe leer ni escribir, en el momento que hizo una metáfora, tenía toda la cultura humana puesta en dos dedos de la mano.

 Lo que es difícil de entender de la escritura es que es algo más allá del hombre, ¡algo tan carnal como la escritura!..., es difícil de entender que es algo fuera del hombre, fuera de sus capacidades psicológicas. Escribir siempre es un trastorno y que no tiene mucho que ver con la vida del sujeto que tiene que escribir, porque normalmente es otra cosa que la vida, es raro que tenga que ver con la vida.

 Sabemos que las autobiografías son las ficciones mayores, ¿qué verdad va a decir?, ¿qué es lo verdadero del pasado, sino aquello que se privilegia en esa metáfora? No es el pasado, es el privilegio que la poesía suele dar a ciertas frases o a ciertas combinaciones.

 A veces he pensado en dejar de escribir por no poder llegar a encarnarme con el poder de escribir. Yo se jugar al billar y me moriré sabiendo jugar al billar, en cambio con la escritura nunca lo sé.

 Con la poesía no es algo que se adquiere, no es de uno. Andar en bicicleta es de uno, queda grabado, esto no es así, esto se convoca cada vez.

 P: No se hace hábito.

 Respuesta: Cuando se hace hábito se hace filosofía, muchos grandes poetas se trasformaron en filósofos y mucha gran poesía fue transformada en filosofía para poder ser captada, ese es el proceso.

 P: Es la diferencia con aprender una técnica. Es bastante frecuente en los poetas neuróticos; entonces pensaba en que justamente esa posibilidad que le rebalsa sus posibilidades psicológicas, que desde la antigüedad ese posicionamiento tan particular del poeta ha llevado a que se lo nombre de absoluto, un momento divino, metaforizado como que es un encuentro casi con dios, una posibilidad súper humana, en ese sentido. Ante esa imposibilidad pensaba en el abroche que puede hacer el psicoanálisis, que el poeta a veces se neurotiza con la vida cotidiana porque no tiene posibilidad de enlazar…

 Respuesta: yo sé que todos somos unos haraganes, y que vivimos en una época en que la espera de una guerra nos extermine a todos, o un virus fatal; nadie tiene muchas ganas de llevar adelante ningún trabajo. Yo creo que el poeta no se neurotiza.  

Cuando se neurotiza es en su relación con la escritura, no con la realidad. Estamos hablando del poeta, no estamos hablando de Artaud ni de Rimbaud, estamos hablando de los poetas, del que se animó a vivir treinta, cuarenta, cincuenta años como poeta hasta que lo mataron. Neruda por ejemplo, yo creo que no hay locura en el poeta que tenga que ver con la realidad. Neruda es un buen ejemplo, un hombre muy vinculado con lo social, lo revolucionario. Yo no creo que él haya tenido nunca una neurosis con la realidad. Si cuando sintió que se copiaba, casi se suicida, cuando sintió que Nicanor Parra era mejor que él, casi se muere.

 P:….están hablando del poeta, de la poesía, están hablando de dos cosas a la vez en una sola…

 Respuesta: Estamos discriminando. Así Freud nos dice: el individuo en crecimiento cesa de jugar; renuncia aparentemente al placer que extraía del juego, pero sabemos que nada es tan difícil como la renuncia a un placer que alguna vez ha saboreado. En realidad no podemos renunciar a nada, no hacemos más que cambiar unas cosas por otras y así lo que parece ser una renuncia es una sustitución, una subrogación.

 P: porque lo más temido hoy es la metafísica, no la poesía en general ni un poeta en general… la poesía sucede en un acontecimiento dado y un poeta la escribe, un alguien concreto, refiere palabras concretas…se está yendo a la metafísica de los celos, del pudor…

 Respuesta. La medicina está esperando algún médico que tenga el fanatismo que yo tengo por la poesía porque hay que arreglar varias cosas. No son los médicos, ni siquiera el estado; es esa disciplina que se viene ejerciendo hace miles y miles de años, siempre con el mismo sentido, con altibajos pero siempre el mismo sentido: arrebatarle a dios el poder sobre la vida de los hombres. 

Hay un hombre al que le gustan los bichos y la medicina y lo tienen después catorce años investigando. Esa no fue la mamá del investigador, esa fue la medicina.

 …Vamos a averiguar si Rimbaud primero se emborrachó o primero dejó de escribir y después se fue a hacer contrabando, vamos a investigarlo. 

Es una investigación en el sentido que yo voy aprendiendo con los años, con las lecturas, con la vida de los poetas, con la vida de los escritores, que a ellos en la vida les pasa cualquier cosa, pero no tiene nada que ver con alguna línea de lo que escriben. Tiene que ver en el sentido de que es también como reflejo la vida del mundo, reflejo en él mi vida. Eso es el resto diurno, que dispara la escritura.

 Pido perdón por las palabras, por el poco grado de formalización que tengo de estas ideas y utilizo palabras que tal vez quieran decir otra cosa.

 Creo que además se puede producir el mecanismo del escribir, porque como bien dije en algunas clases anteriores, la escritura tiene que ver con el principio de realidad. Diría, si me dejaran, que si una forma humana es hablar, otra forma humana es escribir y que un hombre no es totalmente hombre hasta que escribe su primer poema. 

Dentro de unos años va a ser así; ahora eso no es humano, en tanto que no hable. En unos años, formalizando todo esto que estamos diciendo, evidentemente la escritura, así como el chico primero reflejó su cuerpo, después reflejó su palabra para hacerse de ella, después dejará la marca de ese reflejo. Si no, no será totalmente hombre, porque así como el inconsciente siempre habla aunque el sujeto no hable, también el inconsciente siempre escribe aunque el sujeto no escriba, sin embargo para no mandarlos al hospicio los hacemos hablar. Dentro de unos años al que no escriba se le mandará al hospicio, la ciencia progresa.

 P: es un tema para un cuento.

 Respuesta: si un cuento…no sé lo que les va a pasar a ustedes si no presentan el trabajo a fin de año, que si además de hablar no escriben, no serán considerados humanos.  

Freud dice que habló de la fantasía y no habló del poeta. Con el poeta no se quiere meter porque sabe que es incomprensible para él. Según Kozak, él muere, abrazado a la foto de Goethe, diciendo siempre ambicioné ser un poeta y no lo conseguí, todo eso que escribí de psicoanálisis fue para molestar a la humanidad porque no pude ser poeta. Es una lectura mía un poco condensada. 

P: La frase es: ¡Cuánto he pensado en mi poeta en estos tiempos vacíos!

 Respuesta: Freud lo decía mejor que yo, ¡cuánto he pensado en mi poeta en estos tiempos vacíos! De cualquier manera, en lo que Freud y yo estamos de acuerdo es en que cualquier ser humano, en tanto que lo sea, podría escribir poesía.

 Lo que es verdad es la persistencia de una imagen poética a través de las distintas modificaciones de clase o a través de las distintas transformaciones ideológicas o éticas.

P: ….

 Respuesta: Claro, tenemos que pensar en una cosa inconsciente, en un mecanismo inconsciente, eso es lo que lo hace inalterable. Marx decía, el arte y el amor han permanecido inalterables bajo cualquier forma de dominio y de explotación, bajo cualquier forma de circulación. La teoría del valor no habla de esas dos cosas, exceden el campo de una práctica social.

 Si la teoría del valor no puede dar cuenta del arte que se produce en la sociedad que estudia, quiere decir que el arte excede la posibilidad social, es otra cosa. Pasa en lo social, pero es algo más que lo social, no se puede explicar con la lucha de clases, con la política económica. El amor tampoco.

 Freud da respuesta a las dos preguntas de Marx y muestra lo que se puede hacer con el amor, que el amor puede ser concebido como la mercancía, teóricamente no es igual. Y en cuanto a la poesía todavía es poco, lo que hagan ustedes.

 Me hubiera gustado una clase más brillante, pero estos son temas serios, complicados, que estoy pensando todavía, y que no se sabe si son así. Porque la fenomenología es así, pero se está pensando. No se puede considerar estar rodeado de personas que le tienen asco a uno, porque si no escriben poesía es que le tienen asco, entonces es muy difícil convenir que se está rodeado de personas que le tienen asco, como si fuera un leproso, un sarnoso.

 P: El asco tomado como no poder escuchar lo que otros hablan; Maiacowsky dice que el poeta va recogiendo lo que otros van diciendo.

 Respuesta: Si, pero para escuchar a los otros hay que concebirlos presentes. Una vez que pierdes el asco puedes escuchar, y pensar que todos son muy inteligentes y que entre las tonterías que dijeron me prepararon una clase muy hermosa sobre la poesía y la fantasía.

 Pero después parece que tienen que tener otro valor, porque el voyeurista también mientras va escuchando todo, mientras va espiando va escuchando todo. Pero falta otro valor: ahora tengo que ir a escribirlo, ahora que lo vi, que lo escuché tengo que tener valor.

 P: …ese plus para ir a la máquina…

 Respuesta: Sí, lo que no puede el hombre es separarse de la madre, en tanto la palabra hablada proviene de una reflexión sobre las palabras de mi madre, ahí es donde yo aprendo las primeras palabras. La escritura ya nada tiene que ver con ella, es muy moderna para el hombre. ¿Se pueden calcular tres o cuatro millones de años para la escritura?

 P: Esos son los rastros fósiles.

 Respuesta. ¿Y eso no es escritura?

 P: Es lo que dijo al principio de la clase, todos pueden ser poetas pero hay que vencer el asco. 

P: No, dijo que no todos son poetas.

 Respuesta. Aquí Freud dice eso, por eso hay que estudiar el problema.

 Lo terrible de Freud es que la vida sexual del hombre tiene tanta importancia en la vida psíquica del hombre, eso es lo que no encaja; que Edgar Allan Poe sea producto de un hecho sexual es algo que no entra en nuestra razón. Preferimos pensar más psíquicamente, que el estudio, que cierta concepción de la literatura, que un encuentro con un texto a los catorce años, que en todo caso el maltrato de la madre también un poco. En cambio el psicoanálisis es más puntual. 

Dice que hay una libido que mueve al hombre, es una “sustancia inconsciente” que no controla desde su consciencia y que puede producir producciones sociales humanas o locura, enfermedad, muerte. Según como se vaya ubicando esa libido, según se cargue o se descargue. Entonces es muy difícil.

 Los deseos reprimidos son los “verdaderos” pero te enferman, y los deseos insatisfechos que están en el preconsciente son los que matan, porque son todos los deseos que se tienen, que los prohíbe la realidad. 

Por eso es interesante entender que es así y cómo se puede modificar, porque ya se está viviendo bastante mal.

 La moral sexual cultural no atañe al libro de Freud, atañe a la moral sexual cultural que ustedes viven, con la cual comen, duermen, tienen amor, estudian, leen. Está impreso en ustedes como modelo ideológico. No debemos olvidar que la acentuación de los recuerdos infantiles en la obra del poeta se deriva en último término de la hipótesis de que la poesía, como el sueño diurno, es la continuación y el sustitutivo de los juegos infantiles.

 Todo el mundo podría poetizar, porque poetizar, para Freud, no es más que jugar y no fantasear. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre jugar y fantasear? ¿Por qué el que juega es un jugador, alguien que se divierte, y el que fantasea alguien que sufre? En el juego es libre, es decir, no necesita ni mostrárselo a nadie ni ocultarlo a nadie. El neurótico reemplaza el juego por la fantasía. A mi entender en esta línea Freud expone la tesis (y tesis quiere decir que ustedes tienen que trabajar para encontrar la solución), de que el poeta es poeta porque no abandona el juego, no es que nos cuenta sus fantasías, sino que lo que nos cuenta es cómo juega con las palabras.

 Lo fundamental entre el juego y la fantasía es que para fantasear no necesito la realidad, por lo tanto, cada vez que fantaseo soy un ser aislado que inventa una realidad nueva que no existe y que no tiene nada que ver con la realidad, por eso que voy a buscar a mi novia y creo que me va a dar un beso y me dice: “Si será desgraciado”.

 

¿Por qué? Porque no hubo realidad sino fantasía. En cambio, el niño cuando juega siempre toma un elemento de la realidad para jugar. El poeta cuando juega siempre juega con la realidad, es decir, tanto el juego del niño como el juego del poeta son la transformación de una realidad conocida.

 El neurótico es capaz de montarse en un palo de escoba y cuando uno le dice: ¿por qué no le das de comer?; el tipo va y le da de comer a la escoba. El niño puede montarse en un palo de escoba creyendo que es un caballo y cuando la mamá le dice: “por qué no le das de comer”; el chico le contesta: “mamá, es un palo de escoba”.

 El niño y el poeta transforman la realidad, pero jamás confunden la realidad con la fantasía, jamás confunden la realidad con el juego. Eso es lo que no puede el neurótico, que está permanentemente quitándole espacio a la realidad para poner en ella sus fantasías.  

Esto no quiere decir que hacerte escritor te salve de las fantasías.

 Freud dice que cuando alguien me cuenta sus fantasías, tengo asco o indiferencia, en cambio, cuando el poeta me cuenta sus fantasías  yo tengo placer. Aquí está el por qué yo digo que el placer preliminar es la interpretación. Freud dice que el poeta le da poco al oyente, le da sólo el placer preliminar. El verdadero placer lo obtiene el sujeto porque el poeta con el placer preliminar lo libera.

 Yo, en la interpretación, no le digo al sujeto cómo tiene que vivir, le digo qué es lo que no le deja vivir; entonces el sujeto comienza a vivir. ¿Ven que es el mismo efecto que la interpretación?

 Es bellísimo cómo lo dice Freud: poco le da el poeta, nada más que el placer preliminar, pero el placer preliminar es el que le permite al sujeto gozar de sus fantasías. Es decir, que el verdadero placer que me produce la obra estética no viene de la obra estética, porque entonces seríamos pre-kantianos. El verdadero placer de la obra estética proviene del sujeto. Esto es lo que dice Freud en este maravilloso capítulo, cuando todavía no tenía delineada la teoría psicoanalítica, cuando estaba produciendo efectos de sentido, maravillosos efectos de sentido.

 Para que no crean que yo tengo un libro que no tienen ustedes, les leo:

 “El poeta mitiga el carácter egoísta del sueño diurno por medio de modificaciones y ocultaciones, metáfora, metonimia, y nos soborna con el placer puramente formal, o sea, estético”.

 Esto es otra maravilla, esto es decir que el estatuto del psicoanálisis o el estatuto del inconsciente no es ético, sino estético.

 Cuando un psicoanalista joven le dice a un paciente que lo que más le gustaba era la teta de la mamá, eso es ético no estético. En realidad estético es como dice Bertolt Brecht cuando estaba con la mujer esa que podía ser la mamá de la cual no recuerda nada, ni siquiera su nombre, sino sólo la nube que pasó por encima de ellos cuando él estaba con la mamá: eso es estético y es también la relación con la madre. Es decir, el estatuto del inconsciente es estético.

 Sólo por ese placer estético que me produce es por lo que me animo a gozar de mis producciones propias.

 A tal placer, placer preliminar, interpretación, que nos es ofrecido para facilitar la génesis de un placer mayor procedente de fuentes psíquicas más hondas, no de la obra, no de la interpretación, algo que se produce nuevo en el sujeto, lo designamos con el nombre de prima de atracción o placer preliminar. A mi juicio todo el placer estético que el poeta nos procura entraña este carácter de placer preliminar. El verdadero goce de la obra poética procede de la descarga de tensiones dadas en nuestra alma.  

Es maravilloso esto que dice porque no es que provenga de la interpretación del analista la curación del paciente. La interpretación del analista abre en el paciente la posibilidad de un nuevo camino que el paciente puede seguir o no seguir. Como pasa con el poema o con el cuadro, no todos sentimos el placer preliminar. A veces tanto miedo tenemos a lo que seríamos capaces de sentir que ni siquiera escuchamos la interpretación o ni siquiera el poeta nos produce el placer estético que abriría en nosotros la posibilidad de un mundo diferente. 

Aquello que sostiene el sistema inconsciente es un hecho estético, no es un hecho ético. Por eso, que cuando tengamos que escribir sobre la ética en psicoanálisis, vamos a tener que decir que la ética es según el deseo. Esa es la única ética en psicoanálisis: actuar según el sujeto del deseo.

 El deseo no puede tener ninguna ética, porque su estatuto es transformarse permanentemente, repetirse permanentemente diferente; y eso no puede ser una ética, eso es una estética.

 Dejaré todo sueño para poder soñar. Dejaré toda ilusión de futuro para tener futuro. Sólo escucharé el rumor del verso. La sencilla caída de todo objeto. 

Si es posible el poema es posible la vida.

 

Índice Siguiente