FREUD Y LACAN -hablados- 5

Miguel Oscar Menassa -2014

 

 

SOBRE LA SEXUALIDAD FEMENINA
 

 Este texto es importante. En el último capítulo del texto, Freud se llega a preguntar por qué si otros escritores psicoanalíticos de la época, y nombra por lo menos a tres, escribían del mismo tema, ¿para qué él quería repetir? Se contesta diciendo que en estos temas tan escabrosos, tan difíciles, tan complejos, siempre es conveniente que alguien que haya tenido una experiencia pueda contarla, hablando de la experiencia que tuvo él. A mí me parece que la diferencia entre este escrito “Sobre la Sexualidad Femenina” y los otros escritos, es que en primer término no es un escrito de la sexualidad femenina, sino que es un escrito de la sexualidad, es decir, que no hay que confundir la sexualidad femenina con la sexualidad de la mujer. Freud abre con este texto un camino de estudio de una problemática social, institucional, que para algunos entendidos ya había abierto Marx.

 Antes de la caída del imperio comunista soviético, había tres leyendas, una estaba referida a la máquina del tiempo, que suponía que el imperio comunista iba a caer, en tanto ya tenía la posibilidad teórica de la realización de una máquina del tiempo y no la realizó. La otra leyenda que se contó es que tenían la posibilidad de meter una piedra dentro de circuitos de lectura, por ejemplo una piedra de la batalla de Waterloo. Y la tercera leyenda es que Marx al estudiar el problema de las clases en las sociedades orientales, hace un descubrimiento que fue asombroso: la contradicción proletariado-burguesía era una contradicción secundaria, la contradicción primordial del sistema económico era mujer-hombre.

 Estas eran las tres leyendas que se le atribuían al imperio comunista. La posibilidad despreciada de ir hacia el futuro, por eso que los intelectuales pronosticábamos el fin del comunismo, la cruel repetición del pasado y aquello que hubiese posibilitado una verdadera revolución, lo habían escondido para que nadie lo encontrara. Eran tres leyendas de intelectuales izquierdistas, que no estaban de acuerdo con el modo de la conducción del comunismo soviético.

 Cuando digo que Freud abre una posibilidad de estudio dentro de ese campo, es porque Freud va a mostrar sin reparos, la diferencia radical entre lo femenino y lo masculino. Al mostrar la diferencia radical entre lo femenino y lo masculino, cuando dos cosas se diferencian radicalmente no pueden ser comparadas, por lo tanto la demostración de la existencia de una diferencia radical, impide la comparación. Impide saber si realmente la mujer es superior, es inferior, está al costado del hombre. Freud quita la comparación, hace esencialmente, radicalmente diferente, insisto, a lo femenino.

 Si nosotros exageráramos con la teoría, lo masculino y lo femenino se diferencian radicalmente, tanto hombre como mujer, han de mantener su existencia en la estructura de lo masculino y lo femenino. Está claro que de ninguna otra guerra personal se trata sino de que aquella guerra que todos los sujetos tienen. El hecho de que lo masculino y lo femenino sean radicalmente diferentes y que aniden en cada ser, cada sujeto tiene lo femenino y lo masculino. La única guerra personal, la guerra de la neurosis, en realidad, es para ver quién dirige cada vida, para decirlo fácilmente, para no decir lo femenino, lo masculino, ese hombre o esa mujer que no tengo otro remedio que representar.

 Un ejemplo cualquiera ¿Quién dirige la Escuela de Psicoanálisis, el dictador búlgaro que a veces es Miguel Menassa, o la bailarina que bailaba para el dictador? Es muy sencillo, en ese juego de pasiones personal, no en el sentido de las personas, sino cada sujeto de manera singular, lleva adelante esta contradicción primordial. Contradicción primordial que es la misma que más tienen las sociedades actuales.

 Afganistán estuvo medio dominada, medio producida por el comunismo, el comunismo aunque estuvo equivocado, fue un gran proceso de humanización, más allá de que después te torturaran, o que te morías de raquitismo, en el sentido de que llevó realmente a una especie de goce social que no se conoce en el capitalismo.

 La Unión Soviética, llegó a trabajar seis horas diarias. Estaban las guarderías en las fábricas, para que la mujer no abandonara, si quería, la producción.

 El primer síntoma de que caía el imperio soviético fue cuando permitieron que la mujer se quedara en la casa cuando tenía hijos. Es decir, que la guerra entre el Estado y la Familia, en la Unión Soviética la ganó la familia. El estado había conseguido sacar a los niños de la casa, sacar los niños del hogar, meterlos en las guarderías, en las escuelas, en las fábricas…, el niño era una producción social. Bueno, la familia luchó 60 años y después de 60 años de lucha, consigue que los niños vuelvan al hogar, para que la madre sea la transmisora de ideología. Esto ya pasó en Israel, los niños antes tenían la casa de los niños. A partir de hace unos años, los niños viven en la casa de los padres. Antes no los cuidaban los padres, los cuidaban los cuidadores de niños. Los niños eran capturados por lo social, y la familia, luchando, luchando retoma ese poder perdido sobre los hijos, y ahora es la madre la expendedora, la difusora de ideología.

 Hay algo que se reprime pero no es el proletariado, hay algo que se reprime tanto en las mujeres como en los hombres, en los niños, en las estatuas, en los poemas…

 Publico: ¿Cuál es la diferencia entre que la ideología sea transmitida por lo social o sea transmitida por la madre?

 Respuesta: Que excepto tu madre, la madre es cruel en la transmisión de la ideología. Bastante más que el Estado. El Estado aunque sea dictatorial, cosa que no entienden… por ejemplo, el otro día estuve discutiendo, paré la discusión porque me dijeron que a mí me gustaba Franco… para no asesinar, paré la discusión. Lo que yo quería decir era que Franco no tenía el control del ciudadano que tienen ahora los gobiernos modernos, democráticos. Son gobiernos democráticos, si Franco hubiese tenido el control que tuvo Felipe González sobre nosotros, que tiene ahora Aznar, nos hubiese matado a todos. 

El control del ciudadano es feroz, y además es económico. Económico quiere decir, “en esta aula sobran 20 alumnos, bueno, los borramos de la lista”. ¿Y cómo te borro de la lista en lo social? No te doy trabajo, no te dejo entrar en la universidad, y no estás en ninguna lista. No puedes ir al supermercado, te borro de la lista, no entras en la computadora. Entonces, yo aprieto el botón de ciudadanos, tu nombre no aparece, no eres ciudadano, por lo tanto, contigo no contamos. No estás dentro del presupuesto. Eso es la reconversión.

 La reconversión es: “España tiene 40 millones de habitantes, para entrar en el mercado de la moneda única necesitamos que sean 25 millones. Bueno hay 15 millones que hay que borrar de la lista, y yo le llamo reconversión. Es lo que está pasando en todo el mundo, es la caída del imperio soviético, es la caída del muro de Berlín. Esto es la reconversión, no ven que insisten en que no se acaba la época del bienestar, bien no se acaba la época del bienestar, pero en lugar de ser para 40 millones, es para 25.

 Esto parece una cosa general, pero si ustedes se animan a investigar, van a desaparecer más mujeres que hombres, primero. Segundo, en Afganistán, habían llegado los comunistas, las mujeres salían de la casa, fueron secretarias, deportistas, jefas… a pesar de la guerra, para la mujer había sido un proceso de independencia brutal, tanto que ahora están tomando todas las ciudades los islamitas. Lo primero que hacen cuando llegan a la ciudad, obligan a la mujer a que tenga el velo y que deje su trabajo. Impresionante, ésa es la verdadera contradicción. Están haciendo la guerra sólo para sacar a la mujer del trabajo y ponerle el velo. Económicamente tienen que seguir funcionando igual, es un país satélite. 

La transformación es quitarle a la mujer todo lo que la mujer se había independizado estos veinte años.

 Vengo en el coche con una mujer joven, yo vengo manejando, nos para un semáforo, hay un señor moro, un tipo pobre, vendiendo una revista, como “La farola”, o “La calle”, que hace competencia con “La farola”. Esta mujer joven, que todavía cree que la revolución es entre los pobres y los ricos, compra. Ella saca una moneda de su cartera, de manera muy evidente, compra la revista, creyendo en todas esas cosas de la revolución, para hacerle un favor al pobre hombre… y el tipo agarra, se inclina, me dice “gracias señor”, a mí. El sabe que la revolución no es entre ricos y pobres, es entre hombres y mujeres. Él sabe en ese agradecimiento, él sabe sin saber, pero él sabe. Él no tiene que quedar bien con ella, porque ¿y si yo le dije que comprara? Frente a esa posibilidad, que es una en mil, él me tiene que agradecer.

 En el texto, lo leí varias veces lo de “los aspectos femeninos”, pero para ver que era un escrito sobre la sexualidad, y que era el componente femenino. 

Por ejemplo, lo preedípico, que confundió mucho, a muchas generaciones de psicoanalistas, es solamente femenino, el hombre no tiene preedípico. Pero el hombre ¿quién dice que el hombre es siempre el hombre? La primitiva relación con la madre, es para ambos pasiva, tanto para el hombre como para la mujer. Por lo tanto, hay el hombre, hay cosas preedípicas, pero en el sustrato femenino. Hay que interpretar esa aclaración que Freud hace, no hay que dejarla pasar. Sólo lo femenino, sólo la sexualidad femenina tiene relaciones preedípicas, en el sentido de que él llega a dudar, de todos los grandes amores de las hijas por los padres.

 Freud dice “cuando una hija tiene un gran amor por el padre, un gran amor, un inmenso amor, no es el padre, es la madre. Es decir, la chica cambió de objeto, y no cambió de relación. Lo que antes hacía con la madre, ahora lo hace con el padre, pero no como padre, sino como madre, por lo tanto, terminará casada con su madre, no con un hombre. El hombre que elegirá para casarse será su madre.

 El feminismo y unas corrientes, a mi entender, vulgares del Psicoanálisis, un poco renegaron de la doble sexualidad de la mujer, del doble modo de entrar, que para el Psicoanálisis es importante, en el sentido de que la etapa fálica, es una etapa teórica. Cuando Freud está observando con la ayuda de Abraham, más allá de que nosotros hayamos cambiado los pensamientos con respecto a esto, ahí en el momento cuando lo están trabajando, a la etapa oral, y a la etapa anal, por ejemplo, y la etapa genital, con sus pulsiones genitales, sus iniciaciones genitales… Pero la etapa fálica, no tiene relación biológica, aunque sí una relación embriológica. Hay un lugar que se llama fallus en el embrión, puede dar aparato genital masculino o aparato genital femenino. Entonces ven, que la etapa fálica está bien tomada, no tengo necesidad de inventar ni apartarme mucho de las ciencias… 

Etapa fálica es aquel lugar donde no sé si el producto del pasaje de esta etapa va a ser un hombre o una mujer. Y no cabe ninguna duda, que es en la instalación del Superyó que es en la identificación del Superyó, en la identificación más moderna en el sentido de que es la última que le ocurre, es ahí donde se generan todas las normalidades, todas las anormalidades de las identificaciones sexuales.

 En la identificación con el Superyó, cuando el niño tiene que disolver el complejo de Edipo, acuérdense que no lo disuelve, lo hace inconsciente. Transforma una parte de su Yo en Superyó. Es decir, mantiene en sí mismo, lo que antes estaba fuera de él. Por eso que Freud con contundencia llama al Superyó el heredero del Complejo de Edipo.

 El Superyó va a tener dos aspectos, uno moral y otro inmoral.

 Uno moral para atender a toda la cuestión del sujeto, y uno inmoral que es aquél que representa con todos sus derechos ser el heredero del Complejo de Edipo. Es aquél Superyó que le pide al sujeto “goza”. “Goza, de la relación edípica” “goza de la cosa, de Das Ding” “goza de la cosa, de la madre”. En ese momento se elige sexualidad, por decirlo de alguna manera, se elige de qué sexo voy a ser. Yo una vez ví cortarse un dedo a un hachero, un hombre de dos metros, en lugar de decir “la puta madre”, el tipo dijo “ay, mamita” y se chupó el dedito. Es una fase teórica, la fase fálica, pero se ve. Cualquier proceso de desorganización sexual está ahí alrededor de la etapa fálica, donde ese momento donde todavía no está constituido, no hay dilución edípica. Todavía no operó la castración. La verdad sería así: hay vagina, y hay pene, cuando opera la castración.

En cambio, antes de la castración no hay ni vagina ni pene, hay falo, fantasía universal del pene, es el falo.

 Es verdad, la niña por diversos motivos que no voy a explicar, tiene como zona erógena el clítoris y vaya a saber hasta cuándo no tiene vagina. A veces tiene vagina, nunca deja de tener la sexualidad clitoridiana, y a veces no tiene vagina.

 Esto es muy interesante, porque, por ejemplo, el agujero en la nariz, el niño no tiene agujero en la nariz. Tiene agujero en la nariz, pero no tiene sensaciones de tener agujero en la nariz., hasta puedo adelantar su percepción. Si soy una madre sospechosamente cruel y obsesiva, cada vez que el niño anda cerca de la nariz, le digo “no te metas el dedo en la nariz”, entonces sensibilizo y él llega a tener nariz antes de los 2 ó 3 años que es cuando generalmente tienen nariz (nariz agujero). Culo, el chico no tiene hasta la etapa anal, hasta que empieza a sentir sensación, en principio no siente ninguna sensación. En el principio toda la sensación está alrededor de la boca. Lo que lo calma, lo que lo irrita, en relación a funciones muy primarias. La respiración también, pero no la nariz, la respiración, cuando llora de noche el niño, llora por dos motivos fundamentales, el hambre y la respiración. Cuando es por la respiración, está claro que no hay que darle de comer.

 Ella tiene que hacer un pasaje de sexualidad, de la zona clitoridiana, a la zona vaginal, pero también esto es una diferencia y no lo es. Porque es cierto, al ingresar la vagina dentro de la vida de la mujer, como un órgano sexual, hay como un desparramo en el sentido de la sexualidad. Es decir, al entrar la vagina en juego, ya no es sólo la vagina la que siente, sino que siente todo el cuerpo. Y algo parecido, al hombre le pasa. El hombre también tiene que hacer un pasaje de sexualidad, de lo que es para él el clítoris, son los dos centímetros del glande, que es donde tiene la sensación, también tiene que pasar a una sexualidad, cuando introduce, digámoslo así, su pene en la sexualidad, también hay una expansión corporal del goce de la sexualidad.

Pero la mujer siempre tiene el problema de los agujeros en la nariz del niño, es decir, que son cosas de no tan fácil captación. Lavando a una niña pequeña, es muy fácil producirle una sensación clitoridiana, es muy difícil producirle una sensación vaginal.

 Este pasaje de zona erógena, por decirlo de alguna manera, llevó a extremos del pensamiento, aquellos que lo aceptaban, y aquellos que no lo aceptaban, en el sentido de llegar a pensar que mientras una mujer mantenía su sexualidad clitoridiana, había en ella algo no resuelto, pero lo que pasa es que no hay manera de despejar esta sexualidad, como no hay manera de despejar en ningún humano la sexualidad infantil, no hay un teorema que hagamos un paréntesis con la sexualidad infantil, y ahora vamos a hacer una sexualidad adulta.

 La sexualidad adulta es el modo de trabajar en nosotros, nuestra sexualidad infantil. No hay manera de despejar la sexualidad infantil.

 Tanto hombre como mujer, la relación primordial la tienen con la madre, y aquí pasan dos cosas muy interesantes, tanto para el hombre como para la mujer, tanto hombre como mujer quieren tener un hijo con la madre, mucho antes de que aparezca el padre. Y una fuerte relación de la madre con el niño o con la madre “le prohíbe, le prohíbe porque deja fuera de la relación, el mundo exterior. Pero el mundo exterior de una madre y un niño es el padre. Por lo tanto, antes de la identificación, en el final del Complejo de Edipo, para asentar el Superyó, hay ya un Superyó, es decir, hay ya una prohibición.

 A la mujer, por eso luego tiene tantos problemas en su vida, le queda prohibido el hombre, y al hombre le queda prohibido el hombre. Es decir, lo que está prohibido es el hombre. Al hombre le queda prohibida la homosexualidad, y a la mujer le queda prohibida la heterosexualidad.

 ¿Ven que hay diferencias?, son radicales las diferencias, son teóricas, después no interesas saber cómo vamos a procesar… Freud marca la diferencia radical. Lo que nunca puedo hacer es creer que hay igualdad, creerme que lo que lo diferencia es que uno sea alto o bajo, o que el otro sea proletario, o burgués… Freud termina con esa ilusión. Lo que lo diferencia es que uno es hombre y el otro una mujer.

 Freud encuentra otra diferencia fundamental. El niño cuando aparece el tercero, el padre, el lenguaje, el niño en la decepción fálica, se decepciona, deja de rivalizar con el padre, con el cual rivalizaba antes por el amor de su madre.

 Y hasta podría llegar a identificarse, a que le sirva como modelo, ese hombre con el cual luchaba, con el cual rivalizaba. O el camino más sencillo, de una mujer que es mi madre paso a otra mujer que no lo es, con lo cual soluciono la situación.

 Para la mujer se genera un circuito diferente, dice Freud, en el sentido de que la decepción fálica, recién hace ingresar a la mujer en lo que se denomina el Edipo. Si el Edipo fuera la relación entre la madre-hijo, el padre-hija, en ese sentido, en ella hay como una tardanza. Porque no hay nadie que le venga a decir “tu padre no”, como le pasa al varón, como le pasa a la misma niña. El orden simbólico le dice tanto a la niña como al niño “basta de mamá fálica”, “mamá está capturada por el significante”… pero no hay nadie que le diga a la niña “basta de papá”, porque la madre está desprestigiada. La madre en ese momento de su vida está desprestigiada. Al hombre le queda prohibida la homosexualidad y a la mujer le queda prohibida la  heterosexualidad en el lugar donde se relaciona con la madre. Antes de elegir mi sexualidad, ya me quedó prohibido el otro, el padre, lo que está fuera de la relación. El padre en toda su dimensión maternal, masculina, femenina.

 Yo dije se le prohíbe, pero no se le prohíbe nada, en la relación narcisística no cabe el padre, queda fuera. El padre queda fuera, el hombre queda fuera. Tanto es así que si estoy gestando un psicótico, no lo hago entrar nunca, al hombre. Nunca le digo al chico, yo, su madre, nunca le digo “Te tuve con un hombre” y hago un psicótico. Entonces, queda prohibido el padre. El padre entra en la relación cuando la madre dice eso, ahí es donde el niño se decepciona de la madre, “ah, no nos hiciste vos sola”, “ah, no era una auto-procreación, no era que yo te auto-procreé para nacer yo”. La decepción es que la madre incluye al padre en la historia. Entonces, el niño ya no desea a la madre, sino que desea el deseo de la madre, lo que la madre trae a la relación.

 En el asunto del hombre, la homosexualidad prohibida. Particularmente para los homosexuales, tendrían un problema con la madre primitiva, ya que no hay una buena instalación del Superyó en la aparición del padre, la prohibición de la homosexualidad es tan grande que yo no conozco una sola pareja de homosexuales que sea una pareja de homosexuales. 

En el mundo entero, no hay una sola pareja de homosexuales, siempre hay un hombre y una mujer. Siempre hay un desarrollo masculino en uno, y un desarrollo femenino en otro. Tan prohibido, porque además en el homosexual es más evidente que en el hombre masculino, porque el hombre masculino ya atravesó por el Superyó. Ya tuvo padre, en cambio el homosexual está ligado a ese Superyó primordial que le prohíbe el hombre, lo mismo podemos pensar de las mujeres que no pueden con ningún hombre, o todo hombre lo transforman en una mujer para poder…, podríamos hablar que el sojuzgamiento es a esa madre primordial, primitiva que le prohibía los hombres.

 Público: Entonces, ¿cuando decimos que lo que se reprime es lo femenino, es la relación con la madre fálica la que lo consigue?

Respuesta: No exactamente, habría algo femenino que sería dentro del Edipo, y dentro de su resolución que realmente altera el proceso de convivencia. Por ejemplo, que ella sea más envidiosa que miedosa, altera la relación con el mundo. Porque hay algo que transforma la envidia en admiración, que es muy fácil transformarlo, pero como no tiene miedo, es vandálica, es una bárbara. Es muy interesante el aporte que lo femenino puede hacer en las nuevas producciones de los sujetos en el mundo, en la organización mundial. No esta mujer que soy sino lo femenino. Yo a veces digo, que la mujer es una cosa real, en el sentido de que a ella no hay nadie que le diga. El padre tímidamente le dirá alguna vez, “es mejor que te cases con algún joven, como vos”. Alguna vez, hay padres que no se lo dicen nunca, en el sentido de no permitir… Porque no está penado. No hay quien castigue eso, no hay quien censure la relación de la niña con el padre. Es el mismo padre que le tiene que decir a la niña, “bueno, nena bájate de las rodillas”, el mismo padre.

 No es lo mismo que con el niño, no es lo mismo que usted esté en la cama con la mujer de un amigo, que sea usted el que se reproche estar en la cama con la mujer de su amigo. Imagínese usted a su amigo con la mujer suya, va a ver cómo se da cuenta enseguida; que su amigo se haga reflexiones: “ay, si Francisco me viera” y otra cosa es que aparezca Francisco y le diga “te voy a matar” ó “qué haces aquí”. La diferencia con el niño es que aparece el padre, o la ley, o el lenguaje, aparece alguien que le dice “eso no”, “eso no va”, “la relación con mamá la tienes que precipitar inconsciente”. A la mujer nadie le dice eso. Eso es una diferencia radical. Es una cosa interior, es ella la que reflexiona. Tiene la prohibición de la madre, que es “no a los hombres”.

 Por eso que Freud no es un mal pensamiento, es un correcto pensamiento, me parece a mí, decir que cuando ella tiene un gran amor por el padre, en realidad, no es por el hombre padre, por el padre hombre, si no que sigue siendo por el padre mujer, por la madre. Ella sigue siendo una niña, y el padre no es el padre; el padre es la madre.

 En lugar de pedirle a un hombre que la ame, le pide que la comprenda, en lugar de pedirle que me ame, que me destroce, le pido que me comprenda. Claramente es mi mamá.

 Y después, por ejemplo, el varón en apariencia, no la odia a la madre, es un problema que tiene la mujer, se decepciona de la madre. Cuando odia, odia al padre como rival. Ven como aparentemente es más normal, por eso que la sexualidad femenina está reprimida, porque no es normal. Ella no se puede separar de la madre, pero la odia, o por lo menos no la perdona. Jamás va a reconocer que no la perdona porque la hizo mujer, entonces, no la perdona porque tiene achaques, no la perdona porque es ignorante, no la perdona porque es gorda, no la perdona por no ser la de la película, no la perdona porque no es inteligente, no la perdona porque cocina mal, no la perdona. Es muy difícil para la mujer reconocer que no, lo que no le perdona a la madre es haberla hecho mujer.

Por eso, que el asunto del mal avenido feminismo de este siglo, fue capturado por tantas mujeres, porque estaba la fantasía, de ser igual, de ser igual al hombre.

 Público: ¿Y cómo resuelve la niña, porque la mujer tiene dificultades con lo simbólico, tiene dificultades con el Superyó?, ¿cómo se resuelve eso?, ¿qué camino tiene ella?

Otro.: O se psicoanaliza o… 

Respuesta: Bueno, pero para el hombre también, o se psicoanaliza o… Yo no sé si tiene problemas con el proceso simbólico o tiene problemas con el proceso simbólico que la gobierna. Es muy interesante el tema como lo plantea Freud. Por eso digo que es Freud el que le abre la puerta a la libertad de la mujer. Porque tiene problemas simbólicos, pero no sabemos si tiene problemas simbólicos, o que eso es mentira, porque hay mujeres que escriben, hay mujeres que bailan, hay mujeres que pintan… pero sí, es verdad que tiene proceso simbólico, pero con aquel proceso simbólico que la domina. Tiene otro goce, hay un goce. En el hombre, él no puede elegir nada, por eso que está como la normalidad puesta ahí, como si la mujer tuviera ese libre albedrío, falso, pero como si lo tuviera, como si estuviese ahí. 

Público: Pero Menassa a veces dice que una mujer nunca supera a su madre, ¿es eso lo que quiere decir?

 Respuesta: Lo que pasa es que Menassa lo dice de la mujer porque no se sabe. Porque el hombre tampoco supera a su madre. Lo que pasa es que antes se creía que la mujer no superaba al padre, yo estoy mostrando que el padre no tiene nada que ver. Ya lo muestra Freud, no tiene nada que ver el padre. 

Público: Porque todo esto es una corriente de opinión, el otro día por un trabajo que tengo que hacer, busqué en el diccionario hombre y busqué mujer. El hombre en las tres primeras acepciones pone dos veces la palabra racional, es un ser racional…, en la mujer no te encuentras en toda la definición la palabra racional. Es curioso todo esto, ella no es racional con respecto al hombre, eso también lo dice Menassa.

 Respuesta: Respecto a la medida, por eso que yo estoy hablando de Marx y de Freud, son dos personas muy inteligentes. Contradicción primordial, no burguesía-proletariado, no, sino mujer-hombre. Todas las guerras que hizo el proletariado desde hace 150 años a esta parte, son guerras que tendría que realizar la mujer. No es una determinación o sojuzgamiento, así no más, es una determinación muy importante. No alcanza con movimientos…, son todos procesos de pensamiento.

 Cuando yo digo que lo femenino está reprimido, lo digo de verdad. El hombre tiene más permitido lo femenino que la mujer. En posición femenina se escucha, en posición femenina se escribe, en posición femenina se sublima, en posición femenina se construye el mundo, y resulta que pueden más los hombres que las mujeres. Fíjense hasta dónde está prohibido lo femenino en la mujer.

 Público. Si está reprimido lo femenino para los dos, verdaderamente heterosexualidad no hay, ¿no?

 Respuesta: Para los dos no, recién acabo de decir que no, que está prohibido, que está reprimido para la mujer. Acabo de dar un ejemplo. Los hombres, además, también podemos lo femenino, mejor que la mujer. Por ejemplo, ustedes dicen, claro, pero eso es en Afganistán. Pero hay que pensárselo, son cuatro o cinco millones de mujeres que habían conseguido ir a la fábrica, a la oficina, al modo de socialización capitalista, después nosotros nos quejamos, pero ya nos humanizó. A mí lo de Afganistán me impresionó, es peor que lo que hicieron a los negros, a los rubios, lo que han hecho con la mujer.

 Público. Pero ¿eso no es la religión?

 Respuesta: La religión qué es ¿diferente para los hombres que para las mujeres? ¿Qué Dios es ése? Por eso que a mí me interesa el catolicismo, yo cuando la mujer es cristiana, digo, bueno, ya ha dado un paso. María Magdalena, en la religión cristiana, es una metáfora importante, la dimensión de esa metáfora. Es por ser mujer, no por ser prostituta que Jesús la redime. Porque en esa época no había mujeres, había madres y prostitutas, y las prostitutas eran las mujeres. Entonces, no es que redime a una prostituta, redime a una mujer.

 Es interesante el panorama que les quise ofrecer. Además se ve en los periódicos, esta diferencia social donde se muestra al hombre radicalmente opuesto a la mujer. Por lo tanto, está claro, que un hombre con un desarrollo inferior, desprolijo, poco, o malo de sus aspectos femeninos, jamás se va a ligar a una mujer. En la clase de hoy es así. Porque una mujer sólo ama lo femenino. Por lo tanto si no hay un gran desarrollo de lo femenino en el hombre, la mujer no lo ama.

 Público: ¿Y qué es lo femenino? Aclaremos.

 Respuesta: Estamos viendo que lo femenino no es lo de la mujer, es lo femenino.

 Público: Entonces ¿la heterosexualidad sería entre lo masculino y lo femenino, no entre el hombre y la mujer?

 Respuesta: La heterosexualidad habría que pensarlo entre lo femenino, un encuentro, porque la heterosexualidad hombre-mujer, no es incorrecto, está bien, es heterosexualidad. Ahora pusieron la oficina de homosexuales, y van dos hombres, dos mujeres. Pero eso es del orden social, o del orden animal, sí claramente el señor es un macho, pero ¿un hombre? Yo soy macho, esta es hembra, la especie en el sentido de lo social.

 Público: Pensar la heterosexualidad en cada uno…

 Público: Pero, si es en cada uno pero con el lazo con el otro, porque si no tampoco es. Los dos aspectos en uno solo no dan heterosexualidad.

 Respuesta: No, eso es hermafroditismo.

 Público: Pero masculino, femenino en un hombre no es hermafroditismo, pensarlo como que un hombre o una mujer puedan estar en posición masculina o femenina, que ya para poder eso, se supone que el hombre, o la mujer, ya tienen al Otro… 

Respuesta: Pero ustedes lo ven como si fueran períodos de la vida, como si fuera una alternancia, y es permanentemente, simultáneamente.

Público: Yo me refiero a que puedan las dos cosas, no digo que…

 Respuesta: No, no puede las dos cosas, es como si yo dijera, pulsión de vida y pulsión de muerte. Vamos a hacer un poco de repaso. Pulsión de vida y pulsión de muerte, ustedes no pueden decir, ahora con la pulsión de vida, ahora estoy…, no, porque Freud lo que se cansa de explicar es que hay más salud cuando hay más concordancia en los movimientos, cuando se achica mucho Eros y aumenta Tánatos, hay enfermedad. Y cuando se achica Tánatos y aumenta Eros, también hay enfermedad.

Es en cada acto, en cada situación, en el síntoma me doy cuenta. No puedo escribir. Y bueno, no puedo la posición femenina. No puedo tener discípulos, no puedo la posición femenina. Así como, no puedo hacer que mis discípulos crezcan, no puedo la posición masculina.

Público: Hubo algo en este texto, algo que no logro adivinar de las mujeres, la situación transferencial, o algo así, que se daba, que otras psicoanalistas mujeres sí pudieron, dice Freud.

 Respuesta: Lo que pasa con la mujer, o con lo femenino, que evidentemente hay un goce femenino que sólo aquel que está en posición femenina lo conoce. Pero parece que nadie puede hablar de él, parece que hay mucho entusiasmo, sobre todo en el campo psicoanalítico, Freud, Lacan, Menassa, si ustedes quieren, donde están esperando que la mujer sea la que hable de ese goce femenino. Pero nunca nadie ha hablado nada de él. Me acuerdo cuando me encontré con el filósofo Lefêvre, que tenía que ver con el psicoanálisis relativamente, era un marxista, viejo, de los antiguos, decía que la mujer tenía las claves del goce del ocio y del amor, y que no estaba dispuesta a entregarlas. El pensaba lo mismo de la contradicción hombre-mujer. El hombre tenía la clave de la guerra y del trabajo, pero que ella no había entregado, ni las claves del ocio ni la del amor. Es una manera de decir lo que estamos diciendo desde otro campo.

Porque “la vuelta a casa”, es bárbaro, porque yo también volvería a mi casa. Hoy tenía unas molestias abdominales a las 7 de la mañana, tenía un paciente a las 8, otro a las 8,30, otro a las 9, otro a las 10, otro a las 11, otro a las 11.30… a las 2 de la tarde me puse a estudiar, y ahí se me pasaron las molestias abdominales. Llegué a escribir, que no se lo voy a mostrar a ustedes, que son gente joven que tiene que ir a trabajar, llegué a decir, que a lo mejor sin trabajar el cuerpo no existe. El cuerpo solo existe cuando uno trabaja. Cuando yo trabajo, doy horas de trabajo, me pagan las horas de trabajo claramente hay una existencia, me hacen existir, como hombre, como persona, no como sujeto. Me hacen existir sociológicamente, entonces, ahí tengo cuerpo.

Volver a casa es eso, es recupero todo el cuerpo para mí. Yo soy un hombre, no sé si desgraciada o afortunadamente, pero yo siempre envidié las tareas domésticas. No envidié ningún dolor, pero envidié ese goce extremo donde una habitación que tiene a lo sumo 4 metros de largo, ó 6, ó 7, que se pueda tardar dos horas y medias en llegar de un lugar a otro de la habitación. A mi me parece que ahí, hay algo que yo no entiendo. Hay algo que yo no puedo capturar, que yo como hombre, como hombre masculino no puedo capturar y muchas otras cosas más, el olor de la cocina, hay como una perversidad, se drogan, por ejemplo, el perejil, la cebolla, salen llorando, como cuando uno fuma marihuana… que llora, se ríe y no sabe por qué. La mujer en la cocina, llora, se ríe, y nunca sabe porqué. Porque yo hago comidas, pero es trabajo, o ahí cuando lo hago no me doy cuenta, puede ser. Pero con barrer me doy cuenta, en barrer nunca tardo dos horas, siempre 6, 8 minutos. Hay todo un regodeo.

 Una chica que se baña, que no tarda menos de 15 ó 20 minutos para bañarse, para ducharse, ya los baños de inmersión, ni hablar… ya tiene trastornos en la identidad sexual como mujer. Yo soy capaz de darme un baño de inmersión, mientras me lavo los dientes, pongo el agua, cuando me termino de lavar los dientes, me sumerjo dentro de agua que ya está puesta, todo en 12 minutos, me afeité, hice caca, me lavé los dientes, y me di un baño de inmersión, ya estoy preparado… bueno, una mujer no puede hacer todo eso.

 Y yo no puedo hacer todo eso, ahí evidentemente, hay algo que yo no comprendo. Porque no es una cuestión de capacidad, son capacidades diferenciadas. A mi entender, el análisis permite hacerse con los instrumentos. Hacerse con el instrumento de la masculinidad, y hacerse con el instrumento de la feminidad. Es todo, la posición del analista es una posición donde casi cada sesión es como un embarazo. Tengo ahí al paciente, no puedo decir, no puedo tener opinión, no puedo nada, no puedo modificar lo que es. La ansiedad de una madre por saber qué tiene ahí dentro de la barriga, hay que esperar hasta el final para saberlo.

 Los hombres de negocios, los negocios lo hacen con los aspectos femeninos, porque es un lugar ligado a la tierra. Ven que es falso eso que dicen “las mujeres siempre están en el aire…”, esa no es la mujer, es el hombre, es lo masculino.

 Es decir, es ése estar con la madre cuando todavía no había discriminación de niño, niña. Cuando se pone a estudiar, estudia mejor, cuando se pone a trabajar, trabaja mejor, cuando se pone a manejar el dinero, lo maneja mejor. O si soy un hombre tengo que tener esas condiciones femeninas entonces manejo el dinero mejor que mis compañeros, estudio mejor, escribo mejor… pero a causa de haber psicoanalizado lo femenino, no como homosexualidad, si no como constitución del sujeto. 

Porque no tiene capacidad de sublimar, pero se pasa todo el día sublimando, porque ¿ustedes saben la cantidad de crímenes que organiza en esas dos horas y media que va de un lugar a otro del salón? Entonces, es mentira que no tiene capacidad de sublimación. Ya entra lo social también, porque yo pongo a esa mujer con esa capacidad de sublimación en un lugar social, la sublimación tiene otro efecto, es médica… Por eso digo, es una cosa social que se aprovecha de lo psíquico. Vienen los tipos y las echan del trabajo, las echan de la escuela, y las tapan con una túnica de nuevo, en Afganistán. Y eso es delito contra la revolución. Porque no es religioso, porque si fuera un delito contra la religión te tendrían que cambiar por una penitencia espiritual, pero te matan, te castigan. Es un ataque a la revolución que la mujer se saque la careta, se saque el vestido y vaya a trabajar. Es un ataque a la revolución, no sé si al progreso o no, a lo que ellos suponen la revolución. Evidentemente, han retrocedido otra vez 200 años, ¿qué es lo que ha retrocedido?, la liberación de la mujer. Los tipos están muy contentos, han retomado el poder. Han recuperado el poder que tenían antes del comunismo.

 Freud es el pensador que abre una puerta de libertad a todo el proceso de la mujer, por lo tanto, lean de nuevo el texto. El lo que quiere marcar con las diferencias, él dice la sexualidad, para decir, al hombre también le pasa esto, lo que pasa que esto que es evidente en la mujer, le pasa al hombre. Y aquello que es evidente en el hombre le pasa a la mujer. La diferencia es la diferencia: le pasa de manera diferente. No es que no le pase. Porque al final el “no te toques ahí” de la madre, no es “no te toques ahí”, “no tires migas de pan, es no te toques ahí”, también puede pasar con la chica, “no vuelques el salero”, es decir, que no hay quién le diga, pero le dicen. No hay quién le diga, en el sentido de que hay quién tenga autoridad, pero le dicen. El padre le dice, la maestra le dice, el conductor del autobús le dice, “que no”, “que no”, “que no”.

 La intuición femenina no es ninguna intuición, es una manera diferente de pensar, porque hay hombres que tienen la intuición femenina. Al pensar de manera diferente la realidad acierto con lo que va a pasar. Tomar de la realidad datos que no toman generalmente los hombres, leo otra realidad, es como si hubiese adivinado, y entonces le llamo intuición femenina a eso que adiviné, pero no adiviné nada, leí.

Por lo tanto, cuando alguien diga: quiero analizarme con un hombre, quiero analizarme con una mujer, usted le tiene que decir que eso es muy difícil, que tiene que analizarse con un psicoanalista. Es más fácil saber cuando un psicoanalista es un psicoanalista, que saber cuando una mujer es una mujer o cuando un hombre es un hombre.

 Pregunta: Entonces ¿la liberación de la mujer pasaría a estar en la posición masculina para tomar la palabra?

 Respuesta: Pero es que no, es que eso de tomar la palabra es una posición masculina, es del hombre. La palabra viene por un sojuzgamiento, viene en posición femenina, todo lo contrario. Por eso que yo digo, lo terrible de todo esto es que lo femenino también lo han robado a los hombres. Cuando digo que realmente hay un procesamiento revolucionario en marcha, lo estoy diciendo porque también a ella le ha sido robada, al hombre le roban el salario, a ella le robaron la mujer. A la mujer le robaron la mujer. En tanto hay condiciones femeninas que se olvidan que son más utilizadas por los hombres que por la mujer. Este siglo es un siglo de locura, bombas atómicas…, y hay mujeres escritoras, mujeres acá, mujeres allá… pero encontrar una mujer en el procesamiento del símbolo era muy difícil. Sin embargo sólo alcanzo la posición del símbolo en posición femenina, cuando me dejo atravesar, es una posición pasiva. La posición de la creación es una posición pasiva.

 Cuando yo quiero manejar el lenguaje, escribo mal, yo me tengo que dejar dominar por el lenguaje, yo tengo que dejar que el lenguaje me diga. Cuando yo manejo el acto soy un periodista, veo y transcribo rápidamente, yo domino la situación, soy un periodista, no soy un poeta.

 Para ser un poeta me tengo que dejar atravesar por el acto, por el suceso, me tengo que dejar llevar, me tengo que dejar decir, bueno eso es una posición femenina. Pero está claro que esa posición femenina la pudieron más los hombres que las mujeres ¿Pueden entender esto? No que estén de acuerdo o no. Entenderlo. Esa posición que se le atribuye a la mujer, en realidad, es mucho más utilizada por los hombres. 

Pregunta: En el trabajo sería una posición masculina ¿no? Yo siempre he pensado al revés, si la mujer se quería hacer cargo de una realidad fuera de ella, de trabajar y todo eso, tenía que ser en una posición absolutamente masculina.

 Respuesta: Pero activa no quiere decir masculina. No, porque frente a la madre, tanto el hombre como la mujer quieren hacer un hijo a la madre. Y después en la sumisión al padre, el hijo varón también quiere tener un hijo del padre. No sólo la hija mujer. Ven, que la actividad y la pasividad, cuando son activos, son activos los dos, quieren hacer un hijo a la madre. Pero después, cuando pasan a la relación con el padre, son los dos pasivos, tanto la chica como el chico.  

Tienen que salir de los estereotipos. Trabajar hoy día, el trabajo como virtud, como don. El trabajo es un don, pero hoy día tienes que trabajar por mandato social, porque si no te tachan de lista. Entonces, ven que no puede ser masculino o femenino trabajar, es una locura pensar que el trabajo es masculino o femenino. Lo que hago con el dinero que gano, por ahí, es masculino o femenino. Pero ya es el uso del dinero, que no sé hasta dónde. Porque yo creo que en estas sociedades hasta tienen programado el modo en que usamos el dinero. La sociedad es una cosa fuerte sobre el sujeto, la sociedad es más fuerte que el sujeto, por lo tanto, el sujeto aunque no quiera, o aunque no deba, a veces está sojuzgado, está sometido al devenir social. Por eso que no es vano pensar que pequeños grupos pueden de alguna manera, ser el instrumento de lucha contra el estado. No para vencer al estado, si no para que el estado no nos venza totalmente a nosotros, son dos cosas diferentes. Antes se pensaba que se podía vencer al estado, y ahora los modernos pensadores ya no piensan eso, si no que piensan que hay formas en que el estado no te puede vencer totalmente.

 Hay grados de libertad, y esos grados de libertad, son en la mujer. Las películas donde las mujeres llevan a los hombres al desastre, o a la virtud, no son irreales, no son películas, es la realidad. Es la realidad y además demuestra la dominación del hombre. Detrás de un gran hombre siempre hay una mujer, siempre. Pero cuando ganan la guerra, a él lo nombran capitán y a ella dama de honor.

En las más terribles revoluciones americanas, hasta con Zapata pasó, la mujer que estaba ahí, que era realmente la que le empujaba, porque él era una cacatúa, pero había una mujer que quería que fuera revolucionario, y al final Zapata fue revolucionario. De ella no sabemos como se llamaba, “Tenía el Chacho ojos azules y una mujer que junto a él luchó a la par”. Luchó a la par, y no aparece en el poema. Es el inconsciente propio de la situación social.

 Pregunta: ¿Detrás de una gran mujer quién hay?

 Otra: Otra mujer.

 Respuesta. Detrás de una gran mujer generalmente hay otra mujer. No es mala la respuesta que te dieron. Es decir, despreciar lo masculino es una imbecilidad, espero que no caigan en ese lugar. Porque lo masculino es el mundo actual. Para poder transformar el mundo tengo que darme cuenta que existe, si no ¿cómo lo voy a transformar? Pero lo que yo quiero rescatar es lo que está reprimido. 

Son todavía formas animales, que el padre vaya a trabajar, que mantenga la familia, o al revés, la leona, la hembra que cuida a los leones, pero esas son todas formas animales de convivencia. 

Todavía estamos lejos de una forma humana de convivencia. Por ahí dijeron que no había heterosexualidad, no, heterosexualidad hay poca. Pero lo que hay menos todavía son formas humanas de convivencia. Todavía vivimos como seres primitivos, como animales.  

Yo no digo que la dominación femenina vaya a ser mejor que esto, como tampoco lo decía cuando me di cuenta que ni siquiera era la dictadura del proletariado, porque cuando yo era joven y luchaba por la dictadura del proletariado, a la gente le decíamos que no sabíamos si iba a ser mejor. Y lo único que sabíamos es que era un paso obligado en la transformación histórica de la sociedad. Es interesante esto, uno lucha por la transformación histórica de la sociedad, a veces será mejor y otras veces no lo será. 

Hay sociedades en las que las cosas fueron totalmente al revés, lo que nunca estuvo muy claro es que la mujer hubiese sido libre en alguna sociedad. 

Hubo tribus donde la mujer era la que trabajaba el campo, pero también cuidaba la familia, ente los “guaraníes”. Los guaraníes ¿qué hacían? Los hombres guaraníes lo que hacían era inventar palabras en la lengua guaraní. Era una sociedad totalmente diferente a ésta. La mujer araba la tierra, cultivaba, cuidaba a los niños… pero ven que no consiguió su liberación. El matrimonio era grupal, lo digo porque fue muy interesante. En la primera expedición española se adaptan todos, se la llamó “la sodoma-gomorra americana” Y la segunda expedición española mató a todos los guaraníes, no dejó uno, y a todos los españoles. Un hecho sangriento absoluto. La primera expedición española se había adaptado totalmente, convivían en grupo con los guaraníes. Era una sociedad sin imágenes, no había dioses, no había templos, pero sin embargo la mujer no era libre. Era libre de esa manera. Hacía todo para que él tuviera el vuelo… 

Pregunta: ¿Qué tiene que hacer la mujer para ser libre? Porque parece que está atada a un determinismo del que es difícil escapar. 

Respuesta: Si usted quiere convencerla a ella de que no haga nada, le puede decir eso que está diciendo. Yo no sé cómo ella se tiene que liberar, pero lo que me doy cuenta, es que a veces, mis compañeros hombres y yo, desarrollamos discursos para que ella se quede tranquila. “Dejate de joder, piba, seguí lavando los platos, ¿a dónde vas a ir ?...” Y los más jóvenes ya cuentan cuentos de ello: “¿Cuándo va a ir la mujer a la luna? –cuando tengan que barrerla. Después salen chistes feministas que le llaman, pero nunca alcanzan la dimensión de los otros. Por ejemplo, ahora me acuerdo de uno de ellos: “–cuánto tiempo tarda una bala en la cabeza en alcanzar el cerebro de una mujer?–.el tiempo que tarda en encontrarlo”. Pero ese es uno, de los otros hay cien mil.  

Pregunta: En la estructura social tal como está organizada por los hombres, ellos tiene el poder, entonces, la mujer quiere de alguna forma incorporarse a ese orden social formado por los hombres, tiene que ser la mujer fálica, la mujer agresiva… 

Respuesta: Pero la mujer fálica es la mujer que habla, no es la mujer que se mueve como si tuviera pene. La mujer fálica es la que se parece al hombre, fálico es hablar, es la mujer que habla. Fálico es hablar, el goce fálico sólo lo da la palabra. El goce fálico, no es un goce el cuerpo, el goce fálico es el goce de la palabra, que es el goce del ser humano por excelencia. 

Pregunta: Yo quería decir que si la mujer asume los valores propios, dominantes de los hombres para poder incorporarse ¿cuál sería el papel que le queda a la mujer como alternativa para…?  

Respuesta: No es el modo de plantear tu pregunta, vos te estás preguntando quién va a hacer de madre, quién te va a cuidar. Vos estás preguntando eso. Entonces, es el hombre bajo esa pregunta, ¿no vieron los musulmanes? los musulmanes hicieron eso, hicieron la guerra, mataron a 200.000 personas para mandar a la mujer a la casa, porque no tenían quién les lavara los calzoncillos. Es el único problema del hombre, cuando se habla de la liberación de la mujer, dicen ¿y quién va a cuidar de los niños? ¿Y a quién carajo le importa quién va a cuidar de los niños? Te estoy explicando que la familia soviética luchó contra el estado soviético que había conseguido qué hacer con los niños sin molestar a la mamá. Las guarderías del estado llegaron a ser las mejores del mundo, el niño crecía con una salud de hierro, era lo mejor que había en Rusia. Sin embargo, la familia, el hombre, volvió los niños a la casa, entonces ahora la mujer tiene 3 meses de vacaciones igual que aquí, cuando tiene el chico. No vuelve nunca más a la producción. Por eso después no la quieren en la producción.

 Si ella es la mujer que el hombre quiere, no sirve para trabajar. Tampoco sirve para el amor. Porque mientras que usted tiene que tener erección, ella se tiene que abrir de piernas. Y yo le puedo asegurar que es mucho más fácil abrirse de piernas que tener erección. Por lo tanto, también la tengo que reprimir. O la tengo que engañar. La tengo que llevar a un lugar del pensamiento, donde le muestre que no es tan bonito abrir las piernas a cada rato. Es así. Yo estoy describiendo de una manera somera y no muy inteligente el desarrollo.

 El mismo Sócrates, va y trae al Banquete una mujer, no es ninguna mujer, es una prostituta vieja, trae a una mujer que no sirve como mujer. Una prostituta vieja de Grecia, no era una mujer, era un sabio. No era una mujer, si las mujeres tocaban la flauta… Para ser prostituta, vieja, había que ser un sabio. No llevó ninguna mujer al Banquete, llevó a Diótima, a una prostituta sabia, vieja además. Tan sabia y tan vieja que le dice: “no vas a creer que la inmortalidad la vas a alcanzar teniendo un hijo, no seas boludo”, le dijo a Sócrates. La inmortalidad era si uno escribía algo, si uno pensaba algo…

 Yo no soy fanático de nada, no vaya a creer que quiero una liberación, estoy describiendo. Entre los 22 y los 32 años, generalmente la gente se casa. Entonces cuando dicen, las mujeres en la universidad se casan, es falso. Todo el mundo se casa entre los 20 y los 30 años. Y el que no lo hace es que tiene problemas para casarse. En las estadísticas salen, hay muchos chicos de 30 años en la casa de los padres, pero ya sale en los diarios porque es una cosa rara. Entonces no es algo que la mujer va a la facultad a buscar novio, ésa es una manera de leer del periodismo, salió como noticia en el diario “las chicas se casan en la universidad”, si no se casan cuando salen de la facultad, ya son viejas para casarse, en el modo del pensamiento de los jóvenes, no en el modo mío. Son modos de lectura para mantener el sojuzgamiento.  

Es como si el capitalista se preguntara ¿y el proletariado que quiere, que vayamos nosotros a trabajar a la fábrica, en la máquina?¿no les alcanza con que me levante a la misma hora que ellos para vigilarlos? Las formas de dominación, psicológica, son infinitas. Hay hombres que no le dan goce a su mujer, para que ésta no conozca el goce. Es un caso clínico, pero de casos clínicos se va haciendo la sociedad. 

Los hombres, además, nunca son celosos de otros hombres, yo estudiando profundamente la cuestión, es muy difícil que un hombre tenga celos de otro hombre. Después lo inventa. Pero el hombre tiene celos de la relación que tienen las mujeres entre sí. No le deja tener eso, le va quitando eso. No vieron que la amistad entre mujeres es una cosa reducida a convenciones, pero no es algo que ha hecho la sociedad varonil. Porque dos mujeres en relación, son algo que no le permiten al hombre tener el nivel ése. 

Bueno, la versión de un grupo de 6 hombres y 1 mujer, los 6 boludos se la pasan cuidándola a la chica… cuando hay 6 mujeres y 1 hombre, no pasa lo mismo, al tipo lo revientan, en dos semanas lo hacen pomada.

 Tengo un grupo en Buenos Aires, que está formado así, 6 mujeres y 1 hombre, el chico la última vez me dijo: “escúchame una cosa, si yo pago la cuota social y no voy los viernes al grupo, ¿soy del grupo?, le dije que sí. ¿no es suficiente que converse con vos?, me dijo, no aguantaba más, ¿tengo que ir al grupo de los viernes?, le dije no, no, no vayas más. Porque lo estaban matando al pobre. 

Pregunta: Y además esa mujer que está con 6 hombres, se acostumbra en ese tiempo tan bien, pero tan bien, que después va a un grupo de mujeres y se siente como desplazada… 

Respuesta: No, cuando va a un grupo de mujeres se le reconoce haber tenido a 6 hombres como boludos detrás de ella. Es un galón. “Dejá que lo hago yo”, es muy común, yo lo hacía. Hasta hace 15 años atrás, lo hacía: “tengo que conseguir dinero”, “dejá que ya te lo consigo yo”… Después me di cuenta que eso era un modo de sojuzgamiento. Hay que tolerar que ella lo haga diferente a nosotros. No que no consiga los 50.000 que quiere… o que hace mal, no, no. Ella lo hace a su modo. “Dejá que haga el asado”, “no, no”... hasta que un día lo hace y lo hace distinto, diferente, se quema un poquito, se hace todo junto, te hacen comer los chorizos junto con la carne y la ensalada, después te sirven todo para poder quedarse sentada…Tengo que tolerar que lo hace diferente, porque si no, no hay desarrollo. Si no impido el desarrollo, “dejá, dejá, dejá, que lo hago yo” impido el desarrollo. 

El paternalismo del hombre es fatal, porque a ella le gusta. Ella es una pajera en brazos de la madre, entonces, si vos venís y decís “dejá, dejá, seguí haciendo la pajera, se queda…” No es que uno apunta a cualquier lado, apunta a un sistema que está programado para gozar. Le decís “dejá, dejá” y la otra se queda. Pero no hay desarrollo. Para una mujer el paternalismo es brutal. Por eso es preferible un jefe a un padre. Para la mujer. Para el hombre no, para el hombre es preferible un padre que un jefe.

 

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