POLÍTICA Y AMOR. Lo que nunca te contaron

Miguel Oscar Menassa, 2020

 

 

YO NO CANTO POR CANTAR


Yo no canto por cantar
canto para enamorarla
y cuando está enamorada
yo no dejo de cantar
porque el canto la enloquece
y se enciende su mirada
y yo, para conformarla,
ahora, rompo la guitarra.
Y cuando intento besarla
ella se pone a llorar
como una niña pequeña
reclamando a su mamá.
De golpe grita más fuerte
y llora con más pasión
porque se ha dado cuenta
de que su madre no vendrá,
porque la mamá está muerta
y, ahí, es cuando, con ternura,
deja de llorar, se acerca,
me abraza y besa mis labios
con mucha delicadeza,
y me pide tiernamente
que le cante esa canción
que le cantaba su madre
para dormirla a la noche
levantarla a la mañana
y al almuerzo le cantaba
siempre con el mismo amor.
Siempre muy enamorada
le lavaba las camisas,
las faldas y hasta las bragas,
luego se tranquilizaba
porque ha llegado el momento
de nuestro diario gozar:
Ella acariciaba y peinaba
mis cabellos un largo rato
y yo me quedaba quieta,
no me movía ni bostezaba,
le entregaba mi larga cabellera
para que ella gozara.


30 de septiembre, 2017

 

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