POLÍTICA Y AMOR. Lo que nunca te contaron

Miguel Oscar Menassa, 2020

 

 

SEÑORES DIPUTADOS

7 de diciembre de 2012

Señores diputados,
yo soy el informador
y vengo para contarles
cuál es nuestra situación.
 
Si soy un trabajador
no puedo con mi salario
pagar los gastos que tengo
impuestos por el Estado.
 
En uno o dos meses más
me quitarán la vivienda
por la perversión bancaria
y la fatal ignorancia
que tienen los gobernantes.
 
Señores diputados,
si no cambian sus ideas
el pobre hombre terminará
enfermo en el hospital
o delincuente en la cárcel
o morirá en la vereda
pidiendo limosna
a un pueblo que no tiene
ni para comer.
 
Y todos los hospitales
están desmantelados,
sin enfermeras, sin médicos,
o con pagas miserables.
 
Poco a poco ya verán
los señores gobernantes
que no se puede jugar
con la salud de los pueblos
 
porque el pueblo vive más
que el señor que lo gobierna
que, aunque se vuelva muy loco,
la justicia vendrá a cortarle la cabeza.

Y ya sin cabeza,
sin alma, sin valor,
el señor gobernante
pedirá perdón.
 
Señores diputados,
yo soy el informador
y vengo a comunicarles
que no habrá ningún perdón,
porque el pueblo no perdona
a ningún gobernante
que haya aumentado el dolor
y la muerte ha provocado.
 
Que el dolor aumentó
no necesita demostración,
6.000.000 de parados
son toda nuestra razón.
 
Y a los muertos provocados
tendremos que sumar
los suicidios por desahucio
por hambre o por soledad.
 
Los que se caen del andamio
pensando en la Navidad
o las jóvenes que murieron
bailando en nuestra ciudad
 
por la avaricia sin límites
de algunos empresarios
y la alcaldesa y los funcionarios
por no haber cuidado a sus ciudadanos.
 
El contrato era
para 5.000 entradas
pero los empresarios
vendieron 20.000.
 
La seguridad resultó bastante escasa
y el médico de guardia,
amigo del presidente,
era muy viejo y sin habla.
 
Y así pasó lo que pasó
que no tendría que haber pasado
y que provocaron Empresas y Estado,
que sabiendo la verdad la negaron, la negaron.
 
Aquí, casi, casi
podría terminar:
este gravísimo delito
no lo podrán ocultar.
No lo podrán ocultar
porque todo el pueblo
lo recordará
y no perdonará
a los culpables de la atrocidad.

 

 

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