QUÉ LE PASARÁ AL SEÑOR
Qué le pasará al señor
que muy enojado
grita tener razón.
Y grita y hace gestos terribles
y se lleva por delante
a la renguita del barrio.
La renga no dice nada
pero su hermano mayor
que presenció el atropello
toma al señor por los brazos,
se lo carga en los hombros,
y le pega con fuerza en las nalgas.
“Que a mí no me importa, dijo el señor,
mientras usted me pegaba,
yo sentí mucho placer,
mas de inmediato pensé:
No me está pegando el hombre,
el hombre está acariciándome”.
Pensé que se lo diría
mas luego no dije nada.
Y el señor al despedirse
como si hubiera escuchado
lo que yo estaba pensando
y, al pasar a mi lado, me contestara:
“Usted, y mirándome a los ojos,
tiene unas nalgas hermosas”.
Yo, para simplificar, le dije:
“Hago medios ejercicios”.
Y no fue inteligente lo que dije.
El señor se dio la vuelta
y preguntó con sarcasmo:
“¿Ejercicios reales o ejercicios sexuales?”.
“¿Ejercicios reales para el cuerpo o
ejercicios sexuales para el alma?”.
No supe qué contestar
porque el hombre estaba equivocado:
“Los ejercicios del alma
son los que nos dan el cuerpo.
Sin sexualidad, señor,
no existiría el amor
y sin amor, mi señor,
los sexos no se buscarían
y no habría reproducción”.
Junio 2015
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