Canciones [2003-2004]

Miguel Oscar Menassa, 2010

 

 
LA BALADA DE PEPE

Yo soy Pepe y por amor
hasta estudié religión
y es por eso que ahora pinto
hasta los días domingo.

Al tomar la comunión
conseguí inmunidad,
por eso puedo pecar
y después pedir perdón.

Cuando mi esposa ve
que voy detrás de otra dama,
no tiene envidia ni celos
porque voy tras una santa.

Y cuando vuelvo borracho
a la mañana temprano,
yo le digo: Fue en la iglesia
en la misa de las seis
y con el cura a mi lado.

Y si llego a los 70
y todavía soy cristiano,
me regalan una cruz
a ver cuánto tiempo aguanto.

Y cuando un amigo
me pide dinero
le digo sincero:
Dios proveerá.

Y si al otro día
mi amigo se atreve
a decir blasfemias
en contra de Dios,

a decir que la bestia
del hambre destruye
toda ideología
la fe, la pasión, 

lo miro a los ojos
como a un buen hermano
y le digo cantando:
Dios proveerá.

Y si mi amigo piensa
que el hambre que tiene
no es culpa de Dios
sino del gobierno

que él mismo votó,
le digo: tranquilo compadre,
todo gobernante
tiene algo de Dios.

Crean y destruyen
el mundo en que vivo
y cada día lo hacen
un poco peor.

Yo soy Pepe y por amor
hasta estudié religión
es por eso que, confianza,
sólo al dinero le doy.

Y cuando lleguemos
al final de la carrera
nadie podrá, aunque quiera,
juzgar a Dios.

Así que esta noche
vamos a romper
la moral, el petróleo
y el agua también.

Al que se interponga
llamaremos infiel
y le romperemos el culo
para que aprenda de una vez.

Y si algún diputado
senador, periodista,
llega a dudar en vano
de la misión de paz,

le pondremos bozal
como a un perro perdido,
le daremos dinero
y algo de poder.

El pobre diputado,
senador, periodista
perderá su memoria
y se callará.

Le contará a sus hijos
que fue todo un desastre,
la verdad se sabía
pero nadie la decía:

El Señor Presidente
padecía enfermedad
un delirio lo embargaba
hasta cuando iba a cagar.

El pobre Presidente
necesitaba
que un Papa comunista
lo santificara.

 Y hacerle decir
al presi de Francia
que España es muy grande,
temida y adorada,
que España es muy grande,
temida y adorada.

Para hacerse notar,
se hizo amigo de Judas,
declaraba la guerra
para hacerse notar.

Y, cuando alguien osaba
decirle que a Dios
no le gusta la guerra,
más bien hace el amor,

él lo llamaba espía,
sin patria, delirante.
Le borraba la cara
lo dejaba sin voz.

El Señor Presidente
padecía enfermedad
un delirio lo embargaba
hasta cuando iba a cagar.

El pobre Presidente
necesitaba
que un Papa comunista
lo santificara.

Y hacerle decir
al presi de Francia
que España es muy grande,
temida y adorada.
 

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