AMOR SIN
FIN
Fuimos
amantes fieles
en nuestra juventud
donde tiernos y locos
nos amamos sin fin.
Después la
vida perra
nos separó cruelmente
pero a pesar de todo
nunca te olvidaré.
Tú fuiste la
madame
de aquel prostíbulo,
tú fuiste la madame
de mi conciencia.
Cuando
besabas mis labios
sonreías de amor o de locura
y después vino el adiós
y caímos los dos sin valentía.
La vida que
te quita
y te devuelve,
en nuestra amada vejez,
nos dio la gloria.
Tú, madame
de un prostíbulo en palacio
y yo, administrador
de tu fortuna.
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