30 de enero de 1977, por
la noche, Madrid
sumerjo mi cabeza en la espesura y sólo
tus aullidos me recuerdan la vida
Detengo,
frente a tu muerte,
mis manos alrededor de tu cuello.
La guerra continúa.
Juego infernal de los amantes:
serás otra y otra infatigable y otra sobre los tejados
y aún, otra más recortada contra la nieve azul
y un mundo de pisadas sobre la nieve;
y serás otra más, perdida irremediablemente,
en el laberinto de mi pasión y el humo de mis drogas.
Alcoholes, alcoholes luminosos
y aún, otra más tendida a mi lado en
el otoño
y la pequeña muerta entre mis brazos
y en medio de mis ojos,
serás por fin,
la resucitada.
La que ya no sabe más que hacer,
mi enamorada.
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