26 de enero de 1977,
Madrid
te amo, te amo y no me
detendré.
Soy un buscador de oro
Busco una pasión insostenible
Una pasión que te vuelva loca
Un color definitivo para tus ojos.
Esta vez te engañaré hasta el final
tendrás que enamorarte de mi manera de escribir.
Perdona la palabra del poeta, él
tampoco nos pertenece
su voz es la tormenta de nuestra voz
su canto es el estallido de nuestro canto.
El cuerpo del poeta
yace
a mil kilómetros de profundidad
es inalcanzable.
26 de enero de 1977, Madrid.
beso
profundamente tus genitales, hasta el colmo de la saciedad.
Detengo mi ser
en el lugar donde ser padre o madre, me da lo mismo.
Amo cierto grado de pureza.
Un cierto horror por el vacío.
Me confieso, soy un hombre clásico.
estando conmigo no te faltará dinero,
-conozco sus fundamentos últimos-
De vez en cuando te escribiré un poema,
de vez en cuando haremos el amor,
te mataré y me matarás.
Mutilación fugaz, mi ángel de la guarda.
Te enseñaré a burlarte de todo el mundo,
te haré inmortal,
escribiré tu nombre por doquier,
haré trizas tu pasado.
Me haré el muerto.
Tentada por la inmensa quietud
entontecido por el encuentro repentino con un viejo deseo,
comenzará tu danza de amor.
Y danzarás amada
como danzan las princesas en los palacios.
Entontecida y loca, danzarás
como danzan las brujas entre los salvajes.
Danza de despedida
ya zarpamos.
Tiende tu cuerpo al sol, quema tus entrañas.
El tiempo transcurrirá lentamente,
el tiempo no existe.
Siglo de la locura, viento furioso del verano.
Atado al palo mayor de nuestra embarcación,
proferiré gritos incomprensibles durante toda la travesía.
Mil veces te mataré y mil veces te resucitaré.
Y no habrá milagros y no será necesaria la fe.
Recorreremos juntos
el camino de tu muerte y el camino de tu resurrección.
No tendré piedad.
Soy el rey del sarcasmo, entre nosotros habrá risa.
Lo único definitivo es el cuerpo
vayamos tras él.
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