25 de enero de 1977,
Madrid
me parece una tontería seguir
escribiéndote, sé que no entenderás.
Te dije
me importa nada, todo me da lo mismo.
Hablaré
y haré estallar mi cuerpo contra la opaca montaña.
Todo me da lo mismo, mi vida es el tiempo de los huracanes.
Mi mente no es
la estúpida maquinita de calcular que tú conoces,
mi mente es el tiempo,
tu cuerpo abierto como el sol, eso es mi mente.
Me alegra que vivamos de cualquier manera
La pasión,
ya lo averiguaremos,
es un arte.
25 de enero de 1977,
Madrid
avísales a mis amigos que
te quiero, que estoy enamorado
Yo por mi parte escribiré
acerca de tu hermosura.
Les diré que mí cuerpo se anonada frente a la bestia feroz.
Ellos entenderán que te emocione mi manera de pensar,
y que las oportunidades perdidas propias del saber y ella
es su música.
Enciendo mi cigarro y te recuerdo tendida sobre los palacios
Te recuerdo mirando asustada el tamaño de mis genitales
-palmeras salvajes, odres de la dicha-
Clavo en tu cuerpo estas
palabras definitivas:
El amor no existe.
Lo nuestro, lo nuestro es otra historia,
una empecinada investigación,
los dos,
queremos saber dé que se trata.
Entraré no lo dudes
en la caja de cristal que me tienes preparada,
seré tuyo hasta el final.
Pedirás ayuda, no sabrás que hacer.
Acontecerá el pánico,
me imagino tus familiares reclamando por tu virginidad perdida.
Bestia feroz
prostituta del siglo
terminarás con mi saber.
Cáncer exagerado sobre mi propia luz;
hoy para mí, los cataclismos del odio:
Odio el centro de tu cuerpo porque en él
reinan las ausencias.
Águila salvaje, te destrozaré.
Escupiré sobre tus ojos mi semen fatal,
el tiro de gracia.
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