SALTO MORTAL Miguel Oscar Menassa - 1977

 

26 de diciembre de 1976, Madrid

Si los años transcurren lentamente
diremos juntos que la muerte no existe.

Lenta la servidumbre de tu piel tendida sobre el tiempo. 
Espacio sin medida 
tu cuerpo despojado de todo el dolor.
Tu cuerpo
abriéndose y cerrándose 
frente a las oscilaciones de mi sexo. 
Tu cuerpo malherido
                              tu sangre entre mis piernas.
Tu cuerpo alado
tu cuerpo de las cien terrazas sobre el mundo.
Tu vuelo alegre
                      para el crimen perfecto.


Madrid 26 de diciembre de 1976, Madrid 
Décimo aniversario

Destruir todo lo que sea posible, no es elegir una refinada maldad, 
también es una entrega.

Ni querida y nada de esas cosas,
porque de esas cosas ya hemos hablado demasiado. 
Y no quiero que te pongas a llorar, porque esta vez,
no se trata del amor.
                              Hoy es un día especial, 
un día de verano en pleno corazón, 
un amor en plena razón,
                                   un pedo,
                                               en la boca de la muerte.
Y la muerte, una palabra entre nosotros.
Recuerdo cuando te dormías,
cuando te olvidabas de mí.
                                       Recuerdo,
cierta exageración en ser delicada,
                                                   feroz vampiro de la noche,
bebiendo la sangre de mi corazón.
                                                   Te amo.
Entrego mi ser para tus ceremonias.
                                                     Y fui en tus brazos, 
un niño deforme a causa del tamaño de sus genitales. 
Y fui una virgen entre tus brazos marinos 
y gozaba de los encantos de la resurrección, 
esas noches,
donde el espíritu de algún hombre muerto te poseía, 
y mi culo y tu fe,
                        hacían el milagro.
El horror del incesto hecho pedazos,
tu padre y tu madre con sus carnes fláccidas, 
entre mis carnes,
                        hicieron el amor.
Recogimiento y virtud para la violación de los ángeles. 
Y el asombro era continuo y conseguíamos, 
burlar a la muerte una vez más.

Hoy me hubiese gustado hacer una fiesta, 
una fiesta de amor,
un delirio entre las hojas secas,
                                             un invierno inmortal.
Alga de la sinrazón.

 
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