18 de noviembre de 1976, Madrid

Querida:

                                                  "ruge la mar..."
Recuerdo tu cuerpo como el cuerpo del estallido contenido.
Toda la locura es eso.
Un deseo insoportable en la zona genital.
Una pasión,
                 irreductible a una palabra.
La acción reprimida se resuelve,
en una serie de ideas y efectos desordenados y aparentemente sin sentido,
que la mayoría de las veces,
tratan,
         de la locura o de la muerte.
-antes de seguir quiero decirte que siento por ti, un profundo amor-

                                                    tengo la cabeza llena de frases sueltas.
Mis caras no pueden asustar a los niños.
El amor narcisista no adjudica poderes que tiene,
adjudica poderes que no conoce,
                                                  adjudica mal.
En la cabeza siempre pasa lo que tiene que pasar.
Donde pasan cosas raras es en el cuerpo.
Terminar una carta con un brote, no es de mal gusto, 
es una buena manera de terminar.
Lo que no entiendo es porque, no me saludás especialmente 
Diluís el intenso beso,
                                la caricia definitiva, 
en unos besos para todos,
                                       los quiero mucho.
Con la pasión que supone haberse dado cuenta de todo, 
desde el principio,
dejo que mis manos,
lleven tu cuerpo hacia el sinsentido de los órganos.
Beso a tu marido en la boca.
¡cuidado!
              escapar de la escritura,
                                                ya es lo último.

18 de noviembre de 1976, Madrid

crecer no es beneficioso, ni placentero, sólo absolutamente necesario
                                                                      (dicho popular árabe)

Querida:
            Debes permitirle a tu escritura que crezca, 
permitirle que sea más que vos.
Que ella no tenga la medida de tu cuerpo, 
ni siquiera,
               la medida de tus pasiones.
La poesía es inconmensurable.

Sería bueno
que escribieras sin esperar mis respuestas.
Sería bueno
que tu escritura rompa las barreras del sentido.

No intercambiemos.
                             La escritura no es un arte marcial,
la escritura es un complejo sistema de relaciones.
Escribir, no es deseo de nadie. Escribir, es un mandato social.

Volverse loco es siempre un torpe intento de libertad.
Amarremos a los idiotas,
y contemplemos sin ninguna otra intención el cerco de cerezos.
Limpiemos la celda,
                             es para toda la vida.
                                                          Ya zarpamos,
Quedarse quietos para que nada ocurra, es inútil.
Lo terrible ya sucedió.
                                 El hombre es mortal.
Maravillarse frente al fenómeno es insuficiente. La poesía es un ardid.