SALTO MORTAL Miguel Oscar Menassa - 1977

 

30 de octubre de 1976, Madrid.

Querido:
             Paso los días,
como corresponde a un hombre de mi edad,
                                                                  lentamente.

No miro,
ni atrás ni adelante, en verdad,
no miro a ningún lado,
                                todo está con nosotros.
y sin embargo,
                     tengo la enfermedad del recuerdo,
                                                                        extraño. 
Me gusta, me hace bien, quedarme en mi casa escribiendo.
La gente que vive conmigo me lo permite.
Les he explicado, que soy un gran escritor. 
Escribir, querido, se me aparece ahora claramente, 
no es un vicio o cosa parecida,
es un trabajo, es decir, un mandato social.
Extraño esas charlas donde parecíamos dos hombres grandes.
Recuerdo tus historias europeas.
A veces necesitaría al lado mío un hombre de mundo como vos.
"morir es indecente"


30 de octubre de 1976, Madrid.

He decidido dejarme crecer la barba, crecerá.
Se tiene que saber: todo crecimiento depende de una decisión.

La prohibición del incesto me sigue resultando una ley,
todavía adecuada
para el mantenimiento de las relaciones sociales.
Primero debe ser abolida la neurosis,
ver si es posible poner a punto la sexualidad que reclama,
la revolución burguesa.
                                 Otras formas de sexualidad vendrán después.

El plus goce,
y esto es verdad en cualquier lugar del mundo, 
antes o después del edipo, 
delante o detrás del espejo,
                                         tiene que ver con la esclavitud.

El que quiera su libertad que se la procure.
A mi, particularmente, la libertad no me interesa. 
Me interesa condenar,
a quienes por el peso de una palabra teórica, 
pretenden redimir la falta corporal repudiada.

El cuerpo no existe,
                             la palabra tampoco.

Se trata,
           de una combinación

Los grupos deberían olvidarse de su prehistoria.
Si el pasado no existe,
                                 la madre es un invento
Todo,
        debe ser escrito nuevamente.


30 de octubre de 1976, Madrid.

Los hombres que mueren,
                                      mueren de tristeza.
Cuando las personas que lo rodean pierden sus encantos.

Tengo miedo de ponerme a llorar.

Cuarenta barriles de ron,
cuarenta barriles del ron de jamaica y el olvido del mar.
¡ oh dulces cañones !
contra el oro, de los pobres putitos embalsamados.

 

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