29 de octubre de 1976, El Himalaya.
por ahora todos son sueños
La prudencia es un bien.
Lo que no se puede en un año,
se podrá en cien.
La serenidad no tiene límites.
La marginalidad no es un don.
Como todo efecto,
es producto de un trabajo realizado.
Prudencia
pero también
piedad para con los escritos.
No quiten totalmente de ellos la vivacidad de la locura.
La ciencia, también necesita de nosotros.
No renieguen de sus vicios,
las artes de vivir son infinitas,
infinitas las formas del amor.
Si la ciencia tiene que ver con todo esto, tendremos que ver con la
ciencia.
Soy el que no da
respuesta a nada.
Y eso, es un saber.
La imaginación es infinita.
Los niños juegan empecinadamente.
Ellos también,
tienen su crueldad.
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