18 de septiembre de 1976, Madrid.
mañana cumplo 36 años.
El pasado pasa a formar parte del da literatura.
La historia,
la verdadera historia,
comienza esta clara mañana de septiembre.
Debe todavía ser escrita. Debe todavía ser vivida.
Y sin embargo
soy invadido por el recuerdo de nuestros encuentros,
donde la soledad agonizaba cada vez,
entre los brazos del loco y fugaz,
inolvidable goce del encuentro.
Dejarse deslizar entre cuerpo y cuerpo, entre palabra y palabra.
18 de septiembre de 1976, Madrid.
Amémonos los unos a los otros, y en verdad nos amábamos
todo el día y gran parte del tiempo de nuestros sueños.
El universo debe ser compartido,
es superior a las fuerzas de un hombre triste.
El propio escándalo de la soledad,
será para quien se olvide del amor.
Y dije lo que dije.
Seré acusado de torpe y ambicioso.
Parado en el centro de esta ciudad desconocida,
espero tranquilamente que la desesperación
guíe mis primeros pasos.
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