Cartas a mi mujer

Miguel Oscar Menassa, 2000

 

 

SÁBADO 11 DE OCTUBRE

Querida me impresiona el horror de las diferencias temporales. En el mismo momento, en la misma ciudad, un hombre pertenece al futuro y otro al pasado.

Si puedo parar con la máquina triste que me quiere matar porque otros murieron, porque otros fracasaron, podré evaluar positivamente mi situación vital. No es poco lo que he conseguido y ya ha pasado la peor parte.

Una vez más lo único que deseo es quedarme en lo que pude construir con mi trabajo. El resto no me pertenece.

Libros, amores, hijos, una manera de decir.

También me doy cuenta que lo ya conquistado no se puede dejar. Es sobre lo que ya tenemos que quiero más:

Si ambiciono vivir por lo menos hasta los 80 años, algo tendré que modificar de mi vida actual.

Hay algo que no digiero bien, hay algo que me duele haber perdido.

Amor, amor, yo quiero vivir y no me importa lo que haya pasado, yo quiero seguir viviendo, aunque reconozco que estos años anteriores, muchas veces, tuve culpa de seguir viviendo.

Ahora, sólo quiero vivir, ahora sólo quiero que todo el tiempo que me quede por vivir se llame con mi nombre y apellido.

No me gustaría que dijeran: “Menassa hacía el amor así” y estuvieran hablando de mis amantes más torpes.

No me gustaría que me dijeran: “Menassa hace así con el dinero” y estuvieran hablando de algún socio mezquino.

Y tampoco me gustaría que dijeran algo del Grupo Cero sin haber leído antes mi escritura.

Pero tengo que saber, y por eso te amo, que todas esas cosas que no me gustaría que pasaran, pasarán.


 

Índice Siguiente