ME EQUIVOQUÉ EN TODO
Tengo un pesar incontable
que no puedo soportar,
para que me quiera un poco
yo me tengo que alejar.
Cuando me ve acompañado,
se vuelve loca de amor,
y me reclama y me pide
lo que ella nunca me dio.
Y si sigo indiferente,
se coge una enfermedad.
Yo dejo mi indiferencia
y la llevo al hospital.
Al llegar al hospital
tres maderos en la puerta,
uniformados y armados,
controlan al personal.
Me dio miedo y no frené
y seguí hasta la esquina.
La miré con mucho amor
y la acosté en la vereda.
Yo pensé toda la tarde
y, aún, de noche pensé,
que lo que yo había hecho
era de puro cobarde.
Pero para ella fue
casi, casi lo contrario.
Con valentía, me dijo:
“Lo que pasó fue el amor,
una gran prueba de amor,
eso fue lo que pasó”.
17 de mayo de 2016
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