EL POETA FUE A LA FUENTE
El poeta fue a la fuente
y nunca más regresó.
En la fuente lo esperaban
su amor, la Poesía, y una mujer.
Y cuando, ingenuamente, preguntó:
“¿Por qué la Poesía viene con una mujer?”.
La mujer no dijo nada y la Poesía,
con cierto sarcasmo, sonrió.
El poeta comenzó a sentirse aprisionado:
“La celda soy yo mismo, decía,
pero ellas son las carceleras”.
Y de tanto estar juntos, nos amamos.
Y nos amamos tanto que comenzamos a volar.
En pleno vuelo, la Poesía contestó:
“Sin mujer, sin amor, sin contingencia,
nunca ya nadie escribirá un poema”.
Junio, 2015
|