Carnaval de la Tercera Edad

Miguel Oscar Menassa, 2011

 

 

CARNAVAL 2004, BUENOS AIRES

Yo soy viejo y gozador,
de Parque Patricios soy
y vengo a los carnavales
a decir cuatro verdades.

Al que pretende ser
emperador del mundo
le ha salido un gran grano
en el centro de su culo.

No es un grano pequeño
y quiero hacerles saber
que se lo vamos a infectar
de tanto decirle no.

Que no, que no
señor emperador
esta vez de alfombra
no pienso hacerle yo.

Porque esta vez he formado
una murga del carajo.
Vamos a tocar el petróleo,
vamos a tocar la soja,
y del pan ya no te digo,
junto con el algodón.

Lula Da Silva y Chávez
serán los dos violinistas
y habrá bombos y platillos
una gran orquesta habrá.

Y a mí, que me gusta
mirar a todos lados,
aprendí a tocar la viola
que nadie lo creerá.

El emperador
nos quiere matar
porque a Cuba dimos
un poco de pan.

El emperador, furioso,
ha comenzado a insultar:

Dos mestizos, Lula y Chávez
y un intelectual judío
¿qué quieren hacer conmigo?
Tengan mucho cuidadito,
que soy capaz de bombardear
una ciudad, dos ciudades,
y al mundo, en general.

No estamos haciendo nada,
dijo nuestro Presidente,
vengo del Sur casi helado
y ha de gustarme llegar

con estos bichos que tengo
del honor y la verdad
hasta el propio emperador,
contaminar su poder
y bailar un pericón,
una samba o un corrido,
que también de eso tenemos.

De lo que nada tenemos
y de eso vengo a hablar,
sumisión al poderoso
ya no nos queda, señor,
ni una gota nos queda
de la antigua sumisión.

Por eso le decimos
al señor emperador
que deje de vomitar
y se ponga a conversar.

Y un mundo mejor haremos
conversando, conversando,
y para conversar,
no hace ninguna falta,
señor emperador,
tener armas de fuego
ni utilizar condón.

Para conversar se necesita
algo que no tiene el emperador
y después de estos versos
la murga partirá.

El emperador no tiene
ni templanza, ni verdad,
no conoce la justicia
y ama el petróleo de más.

Y cuando habla se nota
que sólo sabe un idioma:
Bomba, Bomba, Bomba, Bomba,
Bomba, Bomba, Bomba, Bomba.
¡Ay qué lindo, qué lindo!
después del carnaval
seguir bailando y sentir
que tenemos más moral,
porque hemos producido
bailando y cantando en el carnaval
en el gran culo del Norte
una fisura fatal.

  

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