SOY CASI FELIZ
Soy casi
feliz,
canción desesperada,
y festejo el Año Nuevo
como a mí se me canta.
Pondré sobre
la mesa,
en lugar de comida,
amables sugerencias
para no engordar.
Y alcoholes
ni una gota,
tal vez, para brindar.
Y la maría será
nuestro único veneno.
Desde que
fumo maría
ya no padezco de artritis,
ni de largas digestiones
ni de angustia cuando sueño.
Soy como un
enamorado
que le conversa a una flor
pidiéndole milagros
en el campo del amor.
Ella no dice
nada
pero me mira diciendo:
Si alguien convoca
la presencia del amor,
es el amor y no yo,
dice la pequeña flor,
el que sostiene y dirige
los milagros del amor.
Y por qué yo
estoy contigo
si tú nada me darás.
En verdad, nada daré
pero algo limpiaré:
Destaparé tus oídos
y en tus ojos pondré luz
y el milagro de tu piel
es tarea de tu amante.
|