II
Estoy perdido entre nubes de olvidos, tangos,
una multitud abriendo a puñetazos, un futuro.
Hombres desesperados de amor, mujeres al viento,
hombres, mujeres, flameando banderas de impiedad.
La voz del pueblo levantándose sobre todo delirio.
La voz del pueblo gritándose a sí misma, ser voz.
Un pueblo entero quebrado por un grito: no va más,
ya nunca más volveremos a implorar de rodillas.
Y haremos una canción con nuestro cuerpo,
para que la canción dure una eternidad
y en la canción, flotando, nuestro cuerpo.
Y pondremos en la canción, fuerte, todo el recuerdo,
la memoria infinita, de juventud, de nuestros pasos,
para que la canción llegue, en el aire, hasta nosotros.
|