X
Intergaláctico y coloquial,
soy,
el fin de la locura.
Pequeña
razón hecha pedazos.
Musgo
naciente y firme
canción para el ocaso.
Paradoja brutal.
Máquina enfrentada a su pasión de ser.
Loca energía queriendo estallar el universo.
Una carne en
medio, exacto, de la pupila astral,
una vagina, siempre descuartizada y abierta,
pariendo en los abismos celestes de la noche,
el infinito tiempo del amor.
Vejamen y
luz,
vacilación instantánea entre los soles,
astillas de astros y astillas entre los astros.
Planetas
mancomunados para vivir,
estallan en todas direcciones,
intentan en diálogo fulminante,
un jaque mate a la muerte.
Pájaro de
nieve.
Pájaro de montañas nevadas.
ALAS Y NIEVES Y PÁJAROS DE SAL.
Pájaros
ardientes de agua y luz,
lombriz del tiempo.
Pico de
águila voraz sobre la única serpiente.
Manzanas y
rojas esmeraldas
y magnolias sangrantes para los ojos
de aquel que vive entre las estrellas,
para vivir.
Debajo de la
vida,
la tierra,
se abre majestuosa al opulento espacio de los soles.
Viajo, por ese tajo, hacia el espacio,
descubro el universo.
Serpiente y
ángel,
siembro sobre los cielos el apocalipsis del sentido.
Busco,
en la propia corteza de la tierra,
un cielo azul,
pájaros entre montañas.
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