Mi padre es una carne abierta al sol,
mi padre es el oriente.
Mi madre es la celeste y confortable,
máquina de occidente.
Nací de dos seres agónicos,
quiero decir, una combinación imposible.
Nací feroz, atómico, silvestre.
Fui desde el comienzo un incalculable error,
no tuve límites y exploté, también,
contra mi vida.
Y volando en pedazos,
soy el que agranda el universo,
el que le quita los límites al ser
y volando, aérea luz,
astro de los encuentros.