Poemas y Cartas a mi Amante 
Loca Joven Poeta Psicoanalista
Miguel Oscar Menassa- 1987

 

Querida:

Hoy soy el vientre amable de la locura, hoy tendré que molestarte, evidentemente, con mis cosas.

Lo del coche me tiene mal, no es tan fácil comprarlo como me hicieron creer en principio mis amigos españoles, me meten de por medio demasiadas pegas y, la verdad, yo no tengo las energías necesarias, para demostrar que soy pudiente. Ahorrar , parece mentira, según el gerente del banco, es lo único que puede dar sentido a mi vida.

Me llamaron de la financiera para decirme que una otra persona que yo, es decir, una persona con alguna propiedad que le permita ser, debería salirme de aval. Primero casi me desmayo después pensé que el gerente del banco tenía sus razones. Tengo que ahorrar. ¡Viva el ahorro!

Intento nuevamente pedirte disculpas, debo dejarte, debo ir a mi casa para decir: Queridos hijos, por ahora no habrá automóvil, vuestro padre, es decir, yo mismo, y desconociendo los motivos, Soy considerado, por el banco, la financiera, y el resto de los habitantes de España, un insolvente.

Y ellos me preguntarán a coro, pero papá tú no eres médico psicoanalista. Sí, les contestaré yo, pero, también, poeta.

Hoy nuestro desencuentro fue espectacular, cuando volví de hablar de mi aparente pobreza con mis hijos, nadie supo decirme dónde estabas, ni siquiera, ella, tu madre, sabía de vos.

Intenté recordar la última vez que estuvimos juntos y te vi imitando a gritos los aullidos de un lobo amante y criminal, a la vez. Y quisiste clavar en mi propia carne las garras de la locura. Te separé de mí un poco bruscamente. Reaccionaste al empujón bestia amante de la sangre, como una niña candorosa y comenzaste a gritar. Hijo de puta, usted a mí no me va a tocar, mi voz son los rituales efímeros de su cuerpo. No me toque. porque en mí sólo encontrará un vacío altisonante y hueco.

Querida, mi pequeña, encuentras siempre dentro de ti, aún para tu mal, lo que debería ser buscado en los confines de mundos lejanos y desconocidos. Cuando llegue a nosotros la soledad de ser, seremos como albatros volando en cualquier dirección, de un lado para otro y no sabremos en ese momento encontrar una palabra que nos anime a seguir un camino.

En ese instante tendremos culpa de no haber sido durante el recorrido totalmente virtuosos y que ya haya pasado la peor parte.

Ya verás, seremos encantadores compañeros de viaje, nuestro pasado comenzará en nosotros, llegaremos a sentir haber nacido uno del otro. Llegaremos a saber que será absolutamente imposible separarnos. Si por fin somos capaces de amar tanto encadenamiento, acontecerá entre nosotros la belleza, la poesía, fundirá nuestro cuerpo con el cuerpo del mundo. nuestro amor con el amor del universo. Hoy, claramente, hubiera preferido encontrarte.

 

               

Índice Anterior Siguiente