Poemas y Cartas a mi Amante 
Loca Joven Poeta Psicoanalista
Miguel Oscar Menassa- 1987
 

Querida:


     
No habiendo encontrado. después de intensa búsqueda. el tiempo donde fuera posible decirte algunas palabras fundamentales para que puedas alcanzar en más oportunidades un estado creativo gozoso. he decidido. ya lo ves. que ese tiempo sea el tiempo de la escritura.
    El encuadre, estas páginas blancas, donde te iré diciendo del Otro tu mensaje, de otros. para otros. hundiéndose en la niebla acústica que producen las palabras y sus esotéricas combinaciones.
    En el decir de Freud, haremos el amor seis veces por semana, en principio. porque después. vendrán los largos seminarios donde estaremos todo el día juntos y los grandes congresos internacionales donde nos reuniremos con el mar. ¿Te das cuenta? Tú. yo y el mar: como si el mundo fuera esa belleza. y volveríamos a nuestra ciudad. a nuestros hogares y, cada vez, seríamos más jóvenes y aún más hermosos y terminaríamos sepultados vivos y ahí lo siniestro. por un millón de palabras en varios idiomas y sus combinaciones perfectamente engarzadas al azar.
    Sé, me has dicho, que tus intenciones son alcanzar del corazón su centro. Urdir en el propio corazón del hombre una maniobra que, aunque en ella se rompa el corazón, atestigüe tu presencia en el mundo.
    Hablar tiene el encanto de no hacer y ahí tu maldición. Porque no hacer no se consigue con el cuerpo, sino con las palabras.
    Tendidos sin mirarnos, porque los ojos son los que ponen colores a la muerte. Sin ojos, no hay posibilidad de engaño: la muerte siempre es negra.
    Tu cuerpo muerto, tendido y vacío, sólo forma y belleza, tratando de alcanzar sin conseguirlo, ese otro cuerpo, también muerto, mi cuerpo, a tu lado, pleno, condenado por tu carencia a poseer lo que te falta.
    Inalcanzable cuerpo muerto, por ser tu propia voz su canto.
    Voz de tu voz, palabra de tu palabra, 
     enredadera atada sin piedad sobre ti.

 

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