Poemas
y Cartas a mi Amante Loca Joven Poeta Psicoanalista |
Miguel Oscar Menassa- 1987 | ||
Querida: En el rosado rozagante espectro Y
para que no confundas más filete empanado con corazón enamorado, te diré: encanto espectral y diurno, como las
espléndidas mariposas de la casa de mi abuela la conchuda. María, la inolvidable María, la de los pelos hondos y los ojos verdes
como una 1echuga recién nacida. Yo soy el que se hunde silenciosamente en mí, para que puedas volar. Ya tenés alas, volá para donde quieras, yo sigo en mi rincón a pan y mate, el resto es triste, lo cantaré a solas cuando tú ya no estés. Querida, quiero que comprendas, ¿cómo decirle a Dios que deje de serlo, cuando ya ha sido amado como tal? Cuando ella me insulta es porque me pertenece, cuando ella me injuria es cuando más me ama. Está desesperada de amor, por eso me insulta, tiene celos de las letras de la máquina, porque las letras de la máquina tomadas en su conjunto son más que ella. Alguna vez dirás que escribo porque escribo, y tendrás tus razones. Sin mucho dinero como para que las muertes cotidianas sean más breves o insignificantes, la mejor muerte a mi alcance es morir escribiendo. Se pierden con la escritura las necesidades pequeñas y el hombre escribiendo está hambriento de libertad más que de pan y cuando está hambriento de pan, siempre es algo general, muchos hombres y millones de niños mueren por falta de pan. El que escribe si no lo matan antes, los Estados o los medios de comunicación social, termina amando cosas grandes, praderas inmensas como las palmas del cielo, varios millones de piojos queriendo rescatar el picor que producen, un verdadero ejército de piojosos queriendo rescatar del mundo la mugre que padecen. Y, mientras tanto, una estrella se parte entre los ojos de los amantes. Y todo es grande para el que escribe, cometas enarbolando banderas invisibles, espacios subterráneos, cárceles abiertas como brazos abiertos. Velocidades supersónicas donde cada música encuentra su palabra. El vuelco de los días, querida, ha de ser para adelante, nadie morirá del pasado. Mis manos vuelcan sobre el papel palabras condenadas
a morir en mí. Desarticulado aluvión de nuevas combinaciones para detener la muerte del moribundo.
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