MÁXIMO ALCANCE
vuelo, ahora, como vuelan
las águilas nocturnas
Drogas
drogas misteriosas para mis músculos de acero,
para mis manos aéreas,
para mis dedos contra-atómicos
Drogas
drogas azules para mi porvenir.
Temer
temo la furia de los océanos
los fuegos eternos
la violencia de los vientos del sur
o el choque definitivo contra la madre tierra.
No temo
la voluntad desenfrenada de ningún hombre,
aunque se oponga
a mi propia
desenfrenada voluntad.
Quiero ser el payaso
el rey
el muerto
el obús mortal.
La onda magnética de rapé,
el estornudo final,
la gripe negra.
La desbastadota, infernal peste negra.
Quiero ser el último suspiro de la moda,
la inconciencia final
la vagina fúnebre
la muerte del idilio.
Como fe de mi lealtad, amo la vida humana,
la inaudita palabra en pleno corazón.
El forzamiento permanente.
Mi tiempo
más allá de la luz
me transporta al pasado.
Conmigo, en mi red,
estas pocas y pequeñas estrellas marinas,
y la infaltable
submarina
acuática bilis,
baba desesperada
-entre la comisura de mis labios-
Palabras, Palabras
veneno mortal.
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