28 de enero de 1977,
Madrid
Que te dé asco mi escritura,
que pienses que mi escritura es cosa de locos
o producto espúreo de las drogas alucinógenas que,
bien tú sabes,
jamás alteraron mi "razón",
y que por último haya ciertas combinaciones por ahora incomprensibles,
no son motivos suficientes
para detener mi desenfrenada carrera hacia el centro de tu ser.
La poesía hará sus estragos.
La fuga no será posible,
sólo para nosotros, amada,
la ceremonia última,
el acto de consagración,
la comida final.
Bebed, bebed mi semen,
se trata, tienes que saberlo,
de tu primera comunión.
Temer,
temo tus nervios despedazados en pleno corazón.
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