SALTO MORTAL Miguel Oscar Menassa - 1977

 

Madrid, 1976

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -I-

palabra a palabra construiré un imperio

Radicación porque las flores y los cardos
crecen
          en todas las estaciones
                                            de todos los países.
Por el turismo
                     iré por Buenos Aires.
Llegaré como un desconocido
como un salteador de caminos, en fin, 
como un hombre de mundo.
Respiraré el aire de vuestras mujeres, 
sabrán, que soy un extranjero.
Alguien que no tiene porque vivir entre nosotros.
Nada le importa
                        es propicio al goce.
Oriente y occidente se unen, el hilo de plata es la locura.


Madrid, 1976

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -II-

Oriente y occidente se unen, el hilo de plata es la locura.

Fui lo confieso un paranoico
y tejí los hilos de un complot internacional contra mi saber. 
Y fui no lo dudéis un esquizofrénico 
que mirando el crecimiento de las flores
odió y despreció
                        la pobre vida de los hombres.
Y fui un histérico sublime
                                     tuve todas las fobias
los miedos submarinos 
y los miedos marinos del sol y cielo abiertos. 
Confieso haber cumplido al pie de la letra
todos los rituales obsesivos que exige el amor.

Detener el tiempo, hablar de tonterías,
me entretiene.
Redescubrir en cada movimiento el tiempo perdido.
Abolir las leyes una a una, recrear los sentidos.

Envejecer
              que maravilla envejecer.


Madrid, 1976

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -III-

libertad sin ira, pan sin trigo, orgasmo sin salida.

Extiendo mis brazos a la nada 
porque en ella residen
las claves, de estos paroxismos.

Hablemos del amor
                             supersticiosa 
digamos una vez más que estamos unidos para siempre.
Embrujo de los granados en flor y de los fuegos 
noche de los milagros, 
¡Luz, luz para mi señor! 
para que su ceguera sea evidente.
Su diente de león
su blusa azul al viento
sus encajes
los rubios encajes del hollín, 
pozo de la noche donde el amor 
es cosa del pasado.
                             Diluyo mi ser 
ofrezco las explosiones frutales, colores de la nada 
para que vuestra majestad:
                                       Diosa locura, 
sacie su sed.


Madrid, 1976.

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -IV-

obreros de la nada.

Encajes
puntillas hilvanadas
doloridas acacias del verano,
ciegas iguanas amantes del poeta.
¿Cómo vivir, sin la copia fiel de nuestros pasos?
¿Sin las huellas a fuego?
                                   Pruebe
alucínese, deje de ser.
Embriague, enloquezca de una vez sus recuerdos.
No haga pruebas
                         su destino es romper los espejos.
Brille
       haga de sus ojos un desierto.
El hongo atómico crecerá en el centro de su bondad.

Apague todas las luces
el fin de siglo es un espectáculo nocturno.
Transcurrirá en los sueños.

Nada de carne y de sabores
                                          la vida al aire libre también es un ardid.


Madrid, 1976.

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -V-

Estoy harto de todo,
espero perder algún sentido, perder algún dato. 
Deseo,
          caídas para el ídolo.
                                       Basta de sacrificios cristianos.
El ídolo necesita ser engañado.
Si soporta sin malos gestos el olor de la mierda,
                                                                       será coronado.

Mierda,
Mierda para los ojos del ídolo,
sangre y pus para mi pobre muchacho. 
Que muestre su dignidad, que sonría. 
Aplausos
para el que lo pudo todo,
para quien nunca dijo que no.
Su capacidad de adaptación merece honores.

¿Y qué pensaran los idiotas de mis acercamientos a la verdad?

Si persistimos en nuestra tarea comprobaremos 
que la nada es posible.
                                  Nadie se dará cuenta, 
hacer el amor está bien visto.
Opongo a las fuerzas de la naturaleza, 
la obnubilación final,
                             el llanto del ídolo,
                                                       la verborragia de los adioses.
A la ley, que no tema,
no será violada en nombre de dios.

Pequeña palabrita inviolable,
                                          putita trasnochada, 
te haré comer por los búhos de la imaginación. 
Haré que te estalle en medio del pecho, 
una pasión,
                un pedo luminoso.


Madrid, 1976

CARTA PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -VI-

sepan cristianos, ustedes me mataron un amigo.

Ustedes me sacaron del alma el último recuerdo 
la última partícula de amor.

Vengo de un encuentro con los vivos y los muertos 
y no soy el que viene por una venganza, 
porque del amor no se trata.

Soy el que lo vive todo
El último cantor
                       la estirpe del fin.


Madrid 1976.

CARTAS PARA LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO -VII-

Sepan cristianos, la locura, es una cara de la moneda, 
está en vuestras manos.
                                  Los milagros no existen.
Animarse al vaivén,
asesinar está prohibido pero la ley no alcanza.

Noches de pasión, 
amantes contra amantes, 
sólo la muerte nos une
                                  y sólo,
la muerte nos separa.
                               ¡viva la muerte!
Estallidos de los almendros,
sangre y lujuria por un amor sin fin,
por un amor aunque no pueda más.

Salvemos el encanto de las tardes de abril, 
gritemos,
que las tardes de abril,
nada tienen que ver con el amor.

 
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