28 de octubre de 1976, Madrid.
Espero con paciencia que la vida ocurra.
El estilo oriental,
me cae bien.
Todo es lento en un pueblo donde la civilización
ha hecho sus estragos.
Mis días no tienen tus historias,
tienen una ventana a una ciudad,
tontos recuerdos de sangre
y ausencia de palabras.
Instalado en la vejez,
pienso que los padres,
los verdaderos padres no mueren,
ellos son sus palabras.
Todo pasado que no se transforme en escritura,
será
vano perfume nocturno
Escribir de la lenta y tediosa vida, me resulta difícil.
Contando
tercamente el dinero,
sintiendo,
que esta vez,
no podré
Todo estaba preparado antes de que yo llegara,
y sin embargo
no se podrán desentender de alguien que tanto los conoce.
Soy
se lo digo a Ella en una carta,
el antropólogo de la sociedad contemporánea.
Comida y esas cosas creo que tendré.
Vivo entre ellos, mando mis hijos a sus escuelas
Estoy bien, sólo me interesa la vejez,
los mecanismos de la muerte.
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