I
Ahora que el sexo y las drogas
están de moda, es hora de partir.
Cantemos
la muerte ha llegado y vive entre nosotros.
Goce infinito para quien olvide,
las cálidas ideas del sol y de las certidumbres.
Morías
mi pequeño animal
para que me fuera dada la muerte.
Aprehensible,
cotidiana también ella,
como una puta o como una mirada.
Morías
mi pequeño animal
envuelto en el invierno.
El calor de tu cuerpo
resquebrajó la helada.
El calor de tu cuerpo
resquebrajó mi ser.
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