TODOS LOS
CUENTOS TERMINAN CON LA VIDA O CON LA MUERTE
III Cuando
vuelvas por el camino de la tierra
no detendrás tu mano ni ninguna palabra
me recordarás simplemente tendido y esperando
que el viento y la lluvia
mojen o enfríen
ay, tu quieto, tu terco corazón. No
volverás florida
ni empecinadamente revueltos los vestidos
ni nada de alegría
en tu cuerpo de haber estado antes en la ciudad
y antes todavía en el campo.
Mi amada, en esta realidad puñados de oro
saltan y golpean para que el río vuelva.
la soledad no vuelve o no es la misma. El
río no vuelve. El
amor puede quedarse dormido entre las sábanas
o las escaleras del puerto
donde los rufianes con sus amigas y los pescadores
lentamente silban su dolor
porque no viene nadie. Amada,
aquí no hay río que humedezca y alegre tu piel.
Aquí la soledad.
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